Las fuerzas iraquíes que luchan contra el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) consolidaban posiciones el viernes cerca del bastión del grupo en Ramadi antes de un planeado asalto final para capturar la ciudad.
Los soldados quitaban bombas de caminos y viviendas en distritos de Ramadi que recuperaron desde que se lanzó la ofensiva el martes, informó la televisión estatal.
Recapturar Ramadi, una capital provincial en el fértil valle del Éufrates a apenas dos horas de Bagdad, sería una de las victorias más importantes logradas por las Fuerzas Armadas de Irak desde que el grupo terrorista conquistó un tercio del territorio iraquí en 2014.
A las fuerzas del Gobierno las respaldan ataques aéreos de una coalición internacional liderada por Estados Unidos.
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La coalición indicó que llevó a cabo 19 ataques cerca de nueve ciudades, incluidos siete en las cercanías de Mosul y tres cerca de Ramadi, que destruyeron 16 posiciones enemigas, varios túneles, vehículos y búnkers.
Ramadi, capital de la provincia Anbar, de mayoría sunita, fue el mayor premio del Estado Islámico en 2015, perdido por las fuerzas del Gobierno en mayo en el revés más importante para Bagdad.
La preocupación por los civiles que pueden estar viviendo en las áreas controladas por los yihadistas está frenando el avance de las tropas, reconocieron las autoridades. El ministro de Relaciones Exteriores iraquí, Ibrahim al Jaafari, señaló que los combatientes están usando civiles como escudos humanos.
"Complica las cosas, pero no cambiará el resultado. El avance continuará, sólo que tomará más tiempo", aseguró a Reuters en El Cairo.
En el sermón del viernes a la nación, leído por un asesor el gran ayatollah Ali al Sistani, el principal clérigo chiita de Irak instó al Gobierno a hacer de la lucha contra Estado Islámico su principal prioridad.