Julio Bárbaro contó detalles de los manejos en el Comfer en la época de Néstor Kirchner

Fue interventor del organismo cuando el ex Presidente amenazaba con quitarles la licencia a los medios críticos. En diálogo con InfobaeTV, aseguró: "La ley de medios da vergüenza porque está hecha para un grupo de estatistas que persiguen al que piensa distinto"

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— Usted fue interventor de este organismo que ayer intervino Macri, en tiempos de Néstor Kirchner, cuando se llamaba Comfer.

— Sí, fui interventor los cuatros años que tuvieron a Néstor Kirchner como presidente. Cuando llegó Cristina el kirchnerismo empezó a necesitar mayores lealtades, por decirlo de alguna manera. Fue cuando Néstor gritó "qué te pasha Clarín", que al margen de los defectos de Clarín que pueden ser infinitos, era una forma de gritar "qué te pasa disidente", qué te pasa que no aplaudís cuando yo hablo. Y de ahí empezó este Comfer de ahora, una ley de medios que de leerla da verguenza, una ley hecha para un grupo de estatistas que persiguen a los que piensan distinto. Yo estaba antes de anoche en una reunión y me empiezan a avisar que me estaban maltratando en 678. Los tipos usan un canal oficial habiendo perdido las elecciones. Me levanté a la mañana y les empecé a partir un garrote en la cabeza. Que el señor Orlando Barone, mientras yo estaba en el exilio o secuestrado, escribía en los diarios oficialistas, y después desde el oficialismo hable en contra de mí, es intolerable.

— Claro, utilizaron el Estado para agraviar disidentes. ¿Cómo fueron esos cuatros años donde fuiste interventor?

— Néstor era mi amigo, yo le dije que no quería un cargo porque sabía que a los que les daba un cargo los humillaba, y a mí no me gusta que me humillen. Como no le gustaba que no tuviera un cargo me llamó para decirme que me daba un cargo que dependía de Parrilli, para no pelearme con él. A Parrilli después le dieron un cargo como secretario de Inteligencia, que es como darme a mí una secretaría de melenudos. Yo me acuerdo que había una legislación que había dejado Duhalde que decía que el Estado le podía dar a cada provincia un canal de televisión y a cada intendente una radio. Yo fui a verlo a Néstor para decirle que no haga eso, que había que derogarlo, pero no me dejó derogar esa legislación, aunque no dí ninguna licencia a gobernador ni intendente.

— ¿Por qué cree que los gobernadores e intendentes no tienen que tener medios?

— Porque los medios del Estado eran para acomodar parientes, amigos y conocidos, salían fortunas incalculables y no tenían audiencias. Y eso sigue siendo así. Porque los medios tienen que ser el espacio donde los periodistas critican a los gobiernos, no pueden funcionar como espejos del gobierno.

— ¿Por qué Kirchner no implementó un sistema plural dentro del Comfer durante los años en que usted fue interventor?

— Porque Néstor no quería hacer una ley de consenso. Yo fui diputado, así que le pedí que me deje hacer una ley. Fui a los dos bloques de diputados y senadores, y les hablé de la posibilidad de hacer una ley de medios de consenso, para siempre. En eso el kirchnerismo fue lo peor, porque tomó su mayoría como eterna, y ahora que no es mayoría vienen Sabbatella o Gils Carbó, que proponen cosas que no sirven para nada. Porque si todos los jueces son kirchneristas o todos los medios son kirchneristas, ¿qué es eso? Es stalinismo puro.

— Entiendo que conoce a Agustín Garzón, ¿qué opina de él?

—Es un hombre inquieto y amplio. Hoy le dí un ejemplo a Marcelo Longobardi. Le dije, si en lugar de Gils Carbó estuviera el Bebe Righi, nadie pediría su renuncia, porque en todos los ámbitos lo respetan como un caballero. No es la ideología lo que cuestiona al hombre, sino la actitud humana. Sabbatella es un perseguidor de disidentes, no puede estar en el Comfer. Hay una vocación sectaria y excluyente, que le impide manejar un lugar desde donde tiene que ser amplio. Si gana otro partido, y ponen a Federico Pinedo en un cargo, vos decís que siga, porque es un caballero, casi que va a respetar más a los demás que a los propios.

— Claro, cuando usted estaba en el Comfer tenía una actitud amplia, recibía a todos.

— Exacto, no tenía un Comfer cerrado ni para perseguir. Pero cuando quieren cambiar de política lo ponen a Mariotto y a Graciana Peñafort, que dice unas pavadas únicas en la humanidad. Son tan imperialistas que a Clarín le cuentan 24 licencias por pueblo, por ciudad, le cuentan a Pierri y a Vila/Manzano, y a Direct TV no.

— Direct TV es una licencia para todo el país.

— Y con Telefónica es lo mismo.

— ¿Por qué esa vocación por imponerle reglas tan drásticas a las empresas de medios nacionales y no a las extranjeras?

— Porque opinan, nada más. No hay ninguna otra razón. Todo lo que pueda decirse de Clarín, es otra cuestión. Nosotros el drama que tenemos es que mantenemos una vieja izquierda, chiquita y molesta, que como no pudo hacer la revolución, se conforma con destruir el capitalismo. Entonces, vivimos como el diablo.

— ¿No teme que Macri imponga un régimen similar al kirchnerista con la oposición?

— No, para ser como el kirchnerismo hay que ser tan bruto, tan atrasado, que no hay quien pueda hacerlo. Es como Maduro, una degradación de lo humano, es lo que demuestra que son tipos que están desapareciendo de la historia.

Yo no soy del PRO ni me voy a hacer, ya estoy grande para algunos cambios en la vida, pero el PRO da libertades y yo lo festejo. Elije a Rosatti, que se fue porque no quiso firmar una transfugeada de Néstor. En ese momento, yo dije, un caballero. Habría que hacer un libro con los que firmaron cualquier cosa, con la foto de De Vido en la tapa, como el personaje más tránsfuga de todos, que firmó cualquier verdura, fue a Venezuela, volvió. Pero hay que incorporar a todos los personajes menores.

Yo lo nombré a Juan Carlos Pugliese, a Vítolo, a Pinedo, que honraron la política por encima de cualquier cosa. Sabbatella y Gils Carbó se abrazan al cargo de un modo patético, que dicen que la justicia la tiene que manejar el Estado. Me persiguieron a mí, yo los fui a ver a algunos de estos muchachos, como Recalde, y miraron para arriba.

Si le preguntaran hoy qué habría que hacer con el Afsca y la ley de medios, ¿qué le diría a Macri, qué le diría a Agustín Garzon?

— Que vayan al Parlamento y hagan una ley entre todos los partidos, que estudien las leyes de los demás países, que hagan una ley para favorecer la libertad, porque además la tecnologia va a tal velocidad, que hay que pensar todo muy bien. Que hagan una ley entre todos, porque la Argentina necesita que en cada caso haya consenso. Del que se vayan todos a lo hacemos entre todos, sería un país soñado, el que planteaba Perón al volver en el 73, el que planteaba Balbín, el que planteaba Frondizi.