"Si hoy no lo liberan al compañero, la gente va a tomar la determinación de volver al corte", alertó Cristian Villalba, delegado de Cresta Roja, al referirse sobre el trabajador de la avícola que terminó ayer en la cárcel a raíz de la represión de Gendarmería.
Según el delegado gremial, las autoridades del Gobierno "prometieron que iba a ser liberado" a partir de las 7 de la mañana como parte de la solución del conflicto en la fábrica. Sin embargo, los empleados se vieron sorprendidos a la mañana al notificarse que su compañero aún no había sido excarcelado y que fue trasladado al Juzgado N°2 de Lomas de Zamora.
"Quería llevarlo personalmente a la casa pero no lo pude hacer, lo que más quiero es darle tranquilidad a la familia. Quiero que pase lo más tranquilo las fiestas. No queremos llegar otra vez al choque", afirmó.
El trabajador se trata de Diego Costa y fue detenido en medio de la represión de oficiales de Gendarmería nacional, cuando los empleados de Rasic cortaban la autopista Riccheri en reclamo de pago de salarios y la continuidad de los 2100 empleos. La cita a declaración indagatoria en el juzgado es a partir de las 8. La defensa espera que el acusado sea liberado de forma inmediata.
Tras el operativo policial que terminó con trabajadores heridos por balas de goma, la jueza Valeria Pérez Casado decretó la quiebra de la compañía y abrió una salida a la crisis en la firma, ya que solicitó al Poder Ejecutivo que intervenga en el conflicto y sostenga económicamente a los empleados hasta tanto haya un nuevo comprador.
El pedido judicial al Poder Ejecutivo hizo que el Ministerio de Trabajo se comprometiera y acordara con los delegados el pago de una ayuda $6000 desde enero a cada trabajador de Cresta Roja y bolsones con productos navideños para las fiestas de fin de año.
Juan Carlos Ceballos, representante legal de la parte gremial, responsabilizó por los enfrentamientos a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. "La que pudrió todo fue ella. Teníamos un acuerdo el día anterior para despejar dos carriles que se habían liberado y luego vino la Gendarmería. Rompieron el acuerdo y nos dijo que era por orden de la Presidencia", contó en radio La Red.
"Los compañeros se exaltaron porque son los gendarmes los que empiezan a golpear siempre. Desde el primer día hubo provocación e insultos de los gendarmes hacia los trabajadores, pasás al lado y te dicen que 'ya nos llevamos un par de negros'. Están todo el tiempo incitando" a la violencia, fustigó Villalba.