La aceleradora de startups Y Combinator seleccionó a Bluesmart para su programa de inversiones, lo cual le valió una capitalización de USD 12 millones. ¿El resultado? Más de 15 mil valijas vendidas en aeropuertos y tiendas boutique exclusivas y una facturación de USD 5 millones en 2015 que piensan llevar a USD 20 millones el año próximo.
Detrás de la iniciativa están cuatro argentinos: Martin Diz, de San Martin de los Andes, quien se encuentra haciendo un doctorado en Ingeniería Espacial en la Universidad de Buffalo, New York, y anteriormente participó en un proyecto que fue seleccionado por la NASA para viajar al espacio dentro las naves de Virgin Galactic; Alejo Verlini quien anteriormente fundó la agencia de diseño y marca Grupo NSNC; Diego Saez-Gil, emprendedor Endeavor originario de Tucumán y radicado en San Francisco, quien anteriormente creó una aplicación mobile llamada WeHostels, adquirida por la empresa estadounidense StudentUniverse.
El equipo es liderado por Tomi Pierucci, originario de Buenos Aires y radicado en San Francisco, cofundador de las empresas Little Blue y Big Blue en la Argentina.
Las trabas a las importaciones hicieron que Bluesmart aún no esté disponible en la Argentina, algo que esperan cambie con el nuevo Gobierno. De ahí, además, que hayan decidido realizar la inversión para crear un centro de desarrollo tecnológico que empleará a más de 300 personas en los próximos cuatro años.
"Los primeros 100 empleados ingresarán en los próximos 18 meses y en enero viajará un equipo de 10 argentinos a capacitarse a Sillicon Valley. La sede todavía no está confirmada pero será en Palermo o Parque Patricios", dijeron desde Bluesmart.
La valija tiene un precio de USD 400 más costos de envío.
Por una razón de costos, la manufactura de la valija se realiza en China y hay una oficina en Hong Kong. El diseño y las operaciones tienen su sede en San Francisco.
La apertura del centro de desarrollo en Buenos Aires modificaría el panorama. "El objetivo de Bluesmart es transformar la experiencia del viajero", explicó Pierucci. "Desarrollar un producto tecnológicamente complejo llevó muchísimo trabajo y coordinación de un equipo multidisciplinario de varios países. Ahora buscamos el apoyo de todos aquellos que amen viajar y que les parezca interesante que innovemos desde la Argentina", agregó.
Bluesmart es un claro ejemplo de Internet de las Cosas, es decir, cómo la tecnología hace que prácticamente cualquier objeto pueda convertirse en inteligente al ser conectado a la red.
"Queremos innovar para fabricar tecnología que se replique desde la Argentina para mundo. Nuestro país está lleno de gente con talento y creatividad y por eso apostamos a construir un centro de desarrollo en Buenos Aires. Creemos que es fundamental crear un puente con Silicon Valley para aprender del diálogo con otras startup y emprendedores, y así fomentar un espíritu emprendedor nacional con reconocimiento internacional", finalizó.
Por su lado, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, explicó que "necesitamos más emprendedores que impulsen el talento y la creatividad y sean promotores de empleo de calidad para desarrollar todo el potencial argentino".