El Estado Islámico perdió cerca del 14% del territorio que controla en Irak y Siria durante este año, según reveló el think tank IHS Jane este lunes. Asimismo, las fuerzas kurdas en Siria triplicaron su poderío terrestre.
Esto sin dudas representa un duro golpe para el grupo yihadista, cuyo objetivo es capturar y retener territorio para expandir su califato.
Las principales pérdidas de ISIS se concentran en la importante ciudad estratégica de Tal Abyad en la frontera de Siria con Turquía, en la ciudad iraquí de Tikrit y en la refinería de Baiji.
Otra gran pérdida para los terroristas del Estado Islámico se dio en un tramo de la carretera entre su bastión sirio en Raqqa y Mosul, al norte de Irak. Ante este panorama, se complican las líneas de suministro de crudo que trafica la organización yihadista, consigna Al Arabiya.
"Ya habíamos visto un impacto financiero negativo en el Estado Islámico debido a la pérdida de control del paso fronterizo de Tal Abyad antes de la reciente intensificación de los ataques aéreos contra la capacidad de producción de petróleo del grupo", explicó Columb Strack, analista de Medio Oriente de IHS.
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El centro de estudios, con sede en Estados Unidos, señaló que el territorio en poder de ISIS se redujo 12.800 kilómetros cuadrados hasta llegar a 78.000 desde principio de año hasta diciembre.
Las tierras que lograron obtener los kurdos en su lucha contra los yihadista crecieron un 186% durante el año, según datos de IHS.
"Los kurdos parecen ser un obstáculo para el Estado Islámico, en lugar de un objetivo en sí mismo", destacó Strack.
El grupo yihadista también sufrió importantes pérdidas a partir de los ataques aéreos de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, en conjunto con las fuerzas iraquíes y los rebeldes sirios.