Cómo era la insólita narcofiesta electrónica en la que cayó Nicolás Pachelo

El implicado en el caso García Belsunce fue detenido por vender pastillas en la exclusiva "Florio Fest", organizada por un fisicoculturista en el Villa Real Polo Club de General Rodríguez con champagne a mil pesos la botella. Hay un capo barra de Huracán también preso en la causa. Video

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Además de Pachelo, fueron detenidos otros doce presuntos cómplices  162
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Javier Florio Lenartowicz, 45 años, fisicoculturista, dueño de un gimnasio, un solarium y un par de bíceps que desafían las leyes de la lógica, anunció jocoso en su muro de Facebook el sábado pasado por la tarde: "A mostrar los cuerpos que hace calor, ¡piscina, música electrónica y la mejor gente!" Prometía, en tono de chiste, una botella de champagne a quien se tirase por el gigantesco tobogán inflable que llevaba a la gigantesca pileta. En el circuito de la música electrónica más allá de Creamfields o discos como Pachá, Florio se había convertido desde 2012 en un nombre apreciado. Sus "Florio Fest", realizadas en quintas en zonas como Pilar, prometían diversión y gente hot más allá de las 7 de la mañana bajo la modalidad de "after", con entradas que valían de 300 a mil pesos y un presunto comercio de pastillas de éxtasis, LSD y marihuana a plena luz del día. Las invitaciones eran a través de RR.PPs, un circuito discreto vía Facebook.

La "Florio Fest" de este domingo 20, realizada en una quinta de General Rodríguez conocida como Villa Real Polo Club, fue una oferta de excitación total, con ocho DJs como José Luis Gabin, champagne a mil pesos y baile desde las 8 de la mañana en adelante. El fisicoculturista, por alquilar el predio por el día, pagó 30 mil pesos. Alrededor de su pileta, había diferentes gazebos, donde comprar droga no resultaba demasiado difícil: una pastilla podía valer 200 pesos, algo más barata que el precio de calle usual. Pero lo que Florio no sabía es que el juez federal de Morón Juan Salas y la división Precursores Químicos y Drogas Emergentes de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal seguían sus movimientos a través de arrepentidos y agentes encubiertos en sus fiestas desde fines de 2014.

El implicado en el caso García Belsunce fue detenido por vender pastillas en la exclusiva "Florio Fest", organizada por un fisicoculturista en el Villa Real Polo Club de General Rodríguez con champagne a mil pesos la botella. Hay un capo barra de Huracán también preso en la causa. Video

Cuando la PFA irrumpió en helicóptero en Villa Real ayer al atardecer, en uno de los gazebos hallaron una sorpresa: Nicolás Pachelo, hoy de 39 años. Según fuentes cercanas al operativo, presuntamente vendía pastillas a pleno sol. Pachelo es un nombre conocido en las crónicas policiales: vecino en el Country Carmel, estuvo implicado en la trama de la muerte de María Marta García Belsunce, señalado por su familia, aunque nunca recibió una condena. Lo incautado en la fiesta fue típico de un dealer: 59 gramos de cocaína, 17 troqueles de LSD, 21 pastillas, un frasco con flores de marihuana y 300 pulseras. Pachelo quedó detenido; la PFA luego apresó a Florio en su domicilio de la calle Iberá. Sin embargo, estos dos allanamientos fueron apenas la punta del iceberg que incluyó escuchas telefónicas y la actuación de las divisiones de perros de la Federal y el GE-1 entre otras. Hubo otros 15 procedimientos en Capital y en La Plata, Lanús y Berisso, que marcaron doce detenidos en total. En la lista figuraron presuntos socios de Florio como Federico Landoni y otro nombre célebre en las crónicas policiales: Luis Tucci, 46 años, ligado a la barra brava de Huracán, que no fue admitido al Mundial de Sudáfrica 2010. Y lo incautado más allá de General Rodríguez, se convirtió en uno de los operativos narco del año.

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allanamiento quinta pachelo (3) 1920

Este mediodía en la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la avenida Belgrano, su jefe, el comisario mayor Néstor Roncaglia, Román di Santo, cabeza de la PFA y Patricia Bullrich y Eugenio Burzaco, máximas autoridades del Ministerio de Seguridad, anunciaron los saldos del operativo "Quinta Fest", como lo bautizaron, el resultado de más de un año de investigar a Florio y su red: más de cuatro kilos de cocaína, 2800 pastillas de éxtasis, armas de fuego, ocho vehículos, dos kilos de marihuana, dieciséis plantas y troqueles de LSD con la cara de Albert Hoffmann, el químico creador de la substancia que habrían venido vía Chile.

La cocaína fue hallada en un kiosco de la calle 33 Orientales, junto con un ladrillo de marihuana paraguaya de un kilo. Se sospecha que Tucci, según fuentes de la investigación, sería el proveedor de cocaína de la banda. En las escuchas surgieron también los nombres de tres suboficiales de la PFA, conectados a delitos fuera de esta causa como presunta liberación de zonas, que quedaron a manos de Asuntos Internos.

Sin embargo, lo más llamativo fue lo encontrado en La Plata y Berisso: balanzas, excipientes, una bomba de vacío, recipientes para químicos y cápsulas vacías, lo suficiente como para montar un minilaboratorio narco. Pero, por otra parte, el comercio parece ser otro, de cara a lo exhibido hoy en Drogas Peligrosas. Había recipientes con testosterona líquida, somatotropina, hormonas favoritas de los fisicoculturistas que quieren acelerar su crecimiento. También había cápsulas energéticas como Black Mamba Hyperrrush y Diablo Ecofire. "Che, cuidado con los tarros", dijo Florio mientras la Policía Federal se llevaba sus recipientes de C4 Extreme Workout, un suplemento dietario que vale 1300 pesos la lata, con múltiples contraindicaciones.

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