Todos los años -después de la clásica cena navideña- entran en escena los dulces de siempre que, tanto grandes como chicos, esperan y se convierten en los grandes protagonistas de la mesa. Dentro de las opciones, están aquellas más calóricas, las empalagosas, y las que reúnen odios y amores.
A continuación, los siete infalibles:
Pan dulce
El infaltable por excelencia. El pan dulce actualmente se ha reversionado a sí mismo y, aunque los hay hasta de chocolate, el debate de siempre sigue vigente: ¿con o sin frutas abrillantadas?. De cualquier manera, según la encuesta que realizó la consultora Kantar Worldpanelel el 76% de los argentinos elige el pan dulce en cada navidad.
Si bien el origen de esta delicia es un poco incierto hay algunas historias que se han popularizado. La versión más tradicional sugiere que los primeros cristianos lo preparaban como recuerdo de la ciudad de Belén o Betlehem, cuyo significado en hebreo significa justamente "casa de pan". Otra historia ubica el nacimiento de esta tradición en Milán cuando el duque Ludovico Sforza comió, junto con Leonardo Da Vinci, el pan dulce en una boda donde el padre de la novia, Toni, era panadero. De esa manera se expandió bajo el nombre de Panetonne (es decir, "pan de Toni").
Garrapiñadas
Son el snack navideño con menos enemigos y hacen presencia en prácticamente todas las mesas en Nochebuena. Se trata de un dulce de maní o de almendra preparado con azúcar que, al cristalizarse, crea ese efecto de "escarcha" tan atractivo y crocante. El nombre de este dulce deriva de garapiñar, que significa "bañar golosinas en el almíbar hasta que forme grumos" y se cree que fueron los egipcios sus inventores.
Maní o almendras con chocolate
El origen de esta golosina es mucho más contemporáneo y es un clásico de los más chicos al momento de abrir los regalos. Lo importante a tener en cuenta es que son bastante calóricos y no siempre son la mejor opción en las navidades con altas temperaturas. También pueden ser pasas de uva bañadas.
Almendrado
Postre clásico si los hay, el almendrado no es la opción más sana pero si una de las más frescas para Navidad. La combinación perfecta entre helado, almendras picadas y caramelo que, además, es fácil de preparar casero.
Turrón
El clásico turrón de las fiestas es una herencia navideña española que se adoptó en todas las mesas argentinas. Es una pasta dulce de azúcar y miel que contiene además almendras o maní y se termina en forma rectangular o de torta. Es otro de los grandes alimentos calóricos de la mesa dulce de Navidad pero no ha perdido su lugar y es uno de los preferidos. Según la consultora Kantar Worldpanel, el 60% de los argentinos elige el turrón para acompañar el brindis.
Además, el turrón también se ha reversionado y en Argentina otra golosina de la misma familia es el Mantecol o Nurcrem.
Ensalada de frutas
La opción más sana y refrescante de todas. Una buena forma de no comer de más después de la cena, es preparar una buena ensalada con frutas de estación el mismo día de Nochebuena para evitar agregar azúcares de más para su conservación. Por supuesto que esta delicia tampoco se salva del eterno debate de cuáles son las frutas que se debe incluir y qué otras no.
Bebidas espumantes
Champagne, sidra y todos los espumantes derivados son otros de los preferidos para los más grandes al momento de acompañar la mesa dulce. Lo importante es consumirlos siempre bien fríos y en forma moderada.