El rediseño urbano como política de Estado

El nuevo paradigma del urbanismo sitúa a las personas en un lugar estratégico y las convierte en protagonistas sustanciales del entramado de las ciudades.

Ya no se trazan planos con el foco puesto en las calles, las rutas y sus velocidades de tránsito, sino que se prioriza el cuidado del medio ambiente y el bienestar de las personas. A partir de esta idea, se construyen ciudades amigables.

Nuestro mayor desafío como dirigentes políticos es poder interpretar este nuevo arquetipo y crear una estructura urbana que facilite la movilidad, racionalice el transporte y desarrolle distintas centralidades complementarias e integradas.

La apuesta es conseguir una mejora constante del espacio público, para convertirlo en el motor del desarrollo y en el impulsor de la integración de los habitantes de las ciudades.

Venimos trabajando en el rediseño urbano de Tigre desde hace varios años, convencidos de la necesidad de redefinir la vitalidad de nuestra ciudad, con el objetivo de que esté al servicio del ser humano, en su condición de peatón y ciudadano.

Con el asesoramiento del estudio danés Gehl Architects pusimos en marcha una serie de pequeñas intervenciones en diferentes lugares del distrito, de gran afluencia de público, en busca de una ciudad cada vez más saludable.

Una de ellas es el proyecto Distrito Tigre Sur, que permitirá darle valor social, arquitectónico y productivo a unas 32 manzanas del sur de nuestra ciudad, junto al canal San Fernando. El objetivo es ampliar y mejorar el espacio público para que los vecinos puedan vivir el arte, la gastronomía, la innovación y la ciencia a través de emprendimientos culturales, artísticos y comerciales con apoyo privado y estatal.

Otros distritos como el de Los Anticuarios o Raíces o Nuestra Historia, o paseos como el Sáenz Peña, el de los Antojos o el de Las Artes son muestras de esta búsqueda que pretende ordenar ciudades abiertas y disfrutables a escala humana a través de una estructura policéntrica.

También hemos iniciado un trabajo conjunto con el Municipio de Miami, a través del intercambio de las experiencias de rediseño urbano en ambas ciudades, una sinergia que sin dudas seguirá nutriendo de buenas ideas a nuestras políticas públicas en la materia.

Tigre ocupa un total de 368 kilómetros cuadrados, de los cuales 40% son tierras continentales y 60% son islas. La parte continental está surcada por autopistas y por vías férreas, que fraccionan el territorio y generan aislamiento. Hoy tenemos 400 mil habitantes y calculamos que en el próximo censo alcanzaremos el medio millón.

Como se ve, la tarea no es sencilla, pero creemos que la composición actual de Tigre ofrece una gran oportunidad para el desarrollo sustentable, ya que cuenta con una baja densidad, lo que facilita la posibilidad de alcanzar una buena relación de árboles y espacios verdes por habitante. De hecho, nuestro plan de gobierno estratégico plantea alcanzar el indicador deseable de espacios verdes según la Organización Mundial de la Salud (15 metros cuadrados por habitante).

Tenemos el orgullo de ser el primer municipio de la Argentina que considera al rediseño urbano y arquitectónico como una política de Estado, tendiente a mejorar la calidad de vida de las personas.

Queremos convertir a Tigre en un lugar con una fuerte identidad, donde trasladarse de un lugar a otro no sea un problema y en el que se pueda trabajar, estudiar, descansar y recrearse en perfecta armonía.

iEl autor es Intendente de Tigre/i