La terrible muerte de un niño y la justificación de sus dos jóvenes asesinos: “Fue como empalar un escarabajo en un alfiler”
El 21 de mayo de 1924, Nathan Leopold y Richard Loeb, dos estudiantes universitarios de Chicago, Estados Unidos, secuestraron y asesinaron a Bobby Franks, un chico de 14 años que vivía cerca de sus casas. Su único móvil fue cometer un crimen perfecto: “Fue solo un experimento”, declaró uno de ellos