El partido entre Wanderers y Colo-Colo no pudo comenzar en la hora estipulada (17:00 hora local), ya que miembros de ambas aficiones invadieron el terreno de juego y dieron paso a una batalla campal.
Durante varios minutos, se pudo ver a través de la transmisión cómo los fanáticos peleaban armados de palos y objetos, mientras destruían cámaras de la transmisión oficial. Recién 15 minutos después del inicio de la pelea, un contingente de Fuerzas Especiales de Carabineros ingresó al césped para dispersar a los furibundos
Los equipos nunca salieron de los vestuarios del estadio Elías Figueroa Brander y el árbitro Enrique Osses decidió suspender el partido: "No se inició. No se puede jugar por ningún motivo. Los equipos fueron avisados y ahora la ANFP verá los pasos a seguir"
A pesar de la represión que llevó a cabo la policía, los incidentes continuaron en las calles de Valparaíso.
Algunos jugadores intentaron salir al campo de juego para calmar la situación, pero el nivel de violencia que había en el ambiente era tal que ni siquiera pudieron ser escuchados.
Colo Colo es el puntero de la liga chilena con 33 puntos con 14 partidos jugados, mientras que Wanderers está noveno y acumula 17 unidades.
Así comenzaron los incidentes