"Cada vez se hace más difícil saber qué está pasando en Venezuela". Así resumió el economista venezolano Miguel Octavio, en diálogo con Infobae, la realidad del país caribeño ante la falta de índices oficiales. El régimen de Nicolás Maduro hace más de un año que no publica cifras del desempeño económico y financiero.
"No existen estadísticas oficiales desde noviembre del año pasado", apuntó el economista, "por lo que resulta difícil determinar los niveles de caída del PIB o de la inflación, por ejemplo".
En ese contexto, los únicos datos son los revelados por encuestadoras privadas y organismos internacionales. Todos ellos coinciden en que Venezuela cerrará 2015 con una inflación anual de tres dígitos por segunda vez y una caída del PIB de entre el 6 y el 10 por ciento.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que el aumento de precios será del 159,1 por ciento. Otras mediciones no oficiales, en tanto, han reflejado una inflación acumulada hasta octubre de 2015 de 170,8% y una interanual (octubre 2014-octubre 2015) del 198,4%, según el último informe de Análisis Venezuela.
Esas estimaciones están muy lejos de la "única cifra oficial" que fue presentada por el propio Maduro. El 15 de octubre, el presidente bolivariano sostuvo que la inflación de este año puede culminar en un 80 por ciento. Aunque ese índice fuera correcto, de todas formas Venezuela tendría la inflación más alta del mundo por tercer año consecutivo.
"El Gobierno dice que la inflación está debajo del 100 por ciento. Pero las comidas subieron entre un 250 y un 300 por ciento. Una arepa, por ejemplo, ha subido un 401%", explicó Octavio.
El FMI, en tanto, estimó que la economía venezolana se contraerá un 10% para fin de año. De cumplirse este pronóstico, Venezuela registraría la recesión más fuerte de su historia, seguida por la contracción del PIB del 8,9% en 2002 y del 8,6% en 1989.
Otra estadística de importancia, sin dudas la que más afecta a la gente, es el índice de desabastecimiento. La última publicación oficial que se realizó fue en enero de 2014, cuando llegaba al 28 por ciento.
El precio de una arepa, por ejemplo, ha subido un 401%
Para la encuestadora Datanálisis, en mayo de este año el nivel de escasez llegó al 60,7%, con tendencia a seguir aumentando para fin de año.
Mientras el jefe de Estado continúa justificando la ausencia de productos básicos con una supuesta "guerra económica" por parte de empresarios privados, los venezolanos deben realizar horas y horas de colas en las puertas de los supermercados.
Además de no poder acceder a los productos básicos, las familias venezolanas vieron crecer el precio de la canasta básica durante 2015 en un 220,3%, trepando así a los 78.611,65 bolívares, el equivalente a diez salarios mínimos, según cifras del Centro de Documentación y Análisis Social (Cendas) de la Federación Venezolana de Maestros.
Esos datos pertenecen al mes de agosto. A partir del 1 de noviembre, el salario mínimo subió a 9.649 bolívares (USD 1.532 si se toma la cotización oficial, USD11,7 si se cotiza con el paralelo), medida anunciada por Maduro en medio de fuertes presiones por la crítica situación del país.
Sin embargo, la brecha cambiaria es tan amplia que el salario cambia radicalmente según el sistema que se utilice para cotizar el bolívar. El dólar oficial, clavado en Bs. 6,30, es la ilusión que el Gobierno utiliza para maquillar sus presupuestos. Sin embargo, nadie accede a esa cotización.
iLEA MÁS:/i
div class="embed_cont type_freetext" id="embed90_wrap" rel="freetext">