El equipo económico de Mauricio Macri busca un préstamo directo de un consorcio de bancos internacionales

El objetivo sería que un consorcio de entidades disponga de dólares frescos sin tener que emitir bonos, algo prohibido por el juez Thomas Griesa debido al default. Podrían conseguir hasta USD 1.500 millones

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El equipo económico de Mauricio Macri avanza en distintas alternativas para conseguir dólares contantes y sonantes lo antes posible. Las arcas vacías que deja el kirchnerismo en el BCRA hicieron que se redoblaran los esfuerzos para encontrar formas de acceder a todo tipo de financiamiento a partir del día siguiente a la asunción. Una que está sonando cada vez con más fuerza es lo que se conoce en la jerga financiera como préstamo sindicado. El esquema significa que un grupo de bancos de inversión se juntan y salen a conseguir dinero para el nuevo Gobierno. Ellos mismos estructuran ese préstamo y el Gobierno paga una tasa de interés preestablecida. El atractivo que tiene este esquema para el equipo económico es que no es una emisión de deuda, por ende no peligra la operación debido al juicio perdido en los tribunales de Thomas Griesa.


Según supo Infobae, ese esquema de financiamiento es el que tiene en mente la secretaría de Finanzas a cargo de Luis "Toto" Caputo y Ariel "el Gordo" Sigal. Lo que escuchan interlocutores de estos flamantes funcionarios en un área clave es que la misión pasará por conseguir dólares ya mismo. De hecho, es lo que Caputo le pidió a los bancos durante las reuniones que mantuvieron en las últimas horas. "Nosotros no queremos bonos, queremos plata. Tienen que poner plata", habría sido el mensaje que dejó el team de la secretaría de Finanzas a los banqueros.


Lo que puede llegar a recaudar el gobierno de Macri mediante este esquema de préstamo sindicado no es menor. Se calcula que cada banco que intervenga en la operación puede conseguir entre USD 100 millones y USD 200 millones como mucho. La idea sería armar un grupo de varias entidades para que formen el consorcio y así poder acceder a un préstamo directo de alrededor de USD 1.000 millones en una primera instancia. La idea de máxima es captar USD 1.500 millones por esta vía.


"(Mauricio) Macri conoce mejor que cualquiera como funciona el mercado. El ya avisó que quiere que los bancos pongan dólares, que no vengan con cosas raras", relató a este medio una fuente ligada al tema. La consigna que maneja Cambiemos es la de avanzar con todo el arco de financiamiento posible: multilaterales como Banco Mundial y BID, préstamos directos como los nombrados anteriormente, swaps con banco centrales de otros países, y eventualmente volver a emitir deuda.


Con respecto a los holdouts, saben Caputo y Sigal que la herencia que recibirán no es la mejor. Se conoce en el mundo financiero un dato que molesta al equipo de Finanzas: Axel Kicillof tuvo la oportunidad de cerrar el juicio pero no quiso. Trascendió que el año pasado algunos bancos, entre ellos UBS y Goldman Sachs, llevaron a Kicillof ofertas en firme de los fondos buitre para levantar el juicio con un descuento del 40% en el reclamo. Ahora, la cuenta ya aumentó. Se estima que de los USD 15.000 millones que deberá negociar el equipo económico de Macri, a lo sumo podrán hacerle una poda del 30% o el 20%. O sea, en el mejor de los casos el Gobierno entrante deberá emitir bonos por USD 10.000 millones para compensar a los holdouts. "Va a ser una negociación dura porque los acreedores saben que este gobierno necesita dólares y por ende cerrar lo antes posible este tema. No pueden esperar años. Van a ejercer esa presión", comentaron desde un banco de inversión.


Desde Cambiemos saben que el arreglo con los holdouts llevará tiempo. Se estima que podría estar solucionado en el primer semestre del año. La apuesta inmediata (o no tanto) es que Griesa vuelva a instaurar el stay lo antes posible para que el país regularice los pagos de la deuda que extendieron el default (hoy freezados en el Banco Central). Si Griesa libera su cepo, Argentina levantaría el default selectivo de la deuda y podría pagar USD 2.700 millones que están en las arcas del Central.


Pero la administración de Macri comienza sabiendo que el tiempo es dinero. Y por eso empezarán con préstamos más directos libres de posibles embargos o del humor de Griesa que puedan engrosar las alicaídas reservas del BCRA. Tanto Caputo como Sigal gozan de buena reputación en el mercado pero ambos son traders (operadores de mercado) y comerciales (vendedores de negocios), con lo cual se descarta que la impronta que tenga la nueva secretaría de Finanzas sea muy vertiginosa para cumplir con los deseos de Macri: dólares ya y ahora.

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