"En los años 80, los niños tenían que aprender a programar las computadoras para poder usarlas. Estos crecieron con una idea muy clara de cómo funcionan", explica en un video la fundación británica Raspberry Pi, que lanzó al mercado su primera minicomputadora en febrero del 2012.
"Ahora necesitamos más programadores que nunca antes. Para solucionar este problema, se inventó el Raspberry Pi, para volver a encender la chispa", agregan los desarrolladores de un equipo del tamaño de una tarjeta de crédito para los aficionados y curiosos de informática y electrónica.
Sus medidas no son lo único llamativo. También lo es su precio: el último modelo, bautizado Pi Zero, está en venta por tan sólo cinco dólares.
Su sistema operativo es el de una tarjeta SD, como el que se utiliza en las cámaras digitales. La alimentación se hace a través del cargador USB del teléfono.
Los pasos previos al uso de la minicomputadora son pocos y sencillos: enchufarle un mouse, un teclado y conectarlo a una pantalla de televisión o PC. Así queda listo.
Las especificaciones del Raspberry Pi Zero incluyen: