a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Lilian Tintori/a, esposa del líder opositor venezolano Leopoldo López, contó en una carta publicada en el periódico español El Mundo lo vivido en los últimos 10 días. Detalló que fue víctima de dos atentados "perpetrados por un Estado que utiliza la violencia cobardemente".
El 18 de noviembre en el estado Cojedes sufrió la persecución chavista. "Fuimos agredidos por un centenar de personas en motos y camiones que nos rodearon con actitud agresiva", denunció.
"Me lancé al piso, donde me salpicó la sangre y los casquillos de las balas"
Y agregó: "Las personas iban con martillos, cuchillos y armas; y saltaban sobre nuestro vehículo, nos gritaban e insultaban. (...) Fue tal el nivel de angustia que en un momento me puse en posición fetal en mi vehículo, esperando que pasara lo peor, y recé por mis hijos".
También dio detalles del acto en el que asesinaron a Luis Manuel Díaz, mitin que contó con su presencia. "Me lancé al piso, donde me salpicó la sangre y los casquillos de las balas", contó.
La carta que Lilian Tintori publicó en el diario El Mundo
Esta semana fuimos víctimas del terror con dos atentados perpetrados por un Estado que utiliza la violencia cobardemente para tratar de impedir que llevemos nuestro mensaje de libertad a todos los venezolanos.
En menos de 10 días, hemos sido blanco de agresiones muy graves. La semana pasada -con fecha 18 de noviembre- nos dirigimos por vía terrestre al estado Cojedes, en el marco de nuestras actividades de la Campaña por la Libertad. Antes de la entrada a la ciudad de San Carlos, alrededor de las 11.15 de la mañana, fuimos agredidos por un centenar de personas en motos y camiones que nos rodearon con actitud agresiva. Esas personas iban identificadas con franelas de la candidata a la Asamblea y esposa de Nicolás Maduro, Cilia Flores, y consignas del Gobierno.
Las personas iban con martillos, cuchillos y armas; y saltaban sobre nuestro vehículo, nos gritaban e insultaban. Cuando un miembro de nuestro equipo se bajó para intentar mediar, le apuntaron con un arma en el estómago diciéndole que volviera al vehículo.
"Las personas iban con martillos, cuchillos y armas; y saltaban sobre nuestro vehículo, nos gritaban e insultaban"
Fue tal el nivel de angustia que en un momento me puse en posición fetal en mi vehículo, esperando que pasara lo peor, y recé por mis hijos. Afortunadamente, después de una hora, pudimos evadir la turba y dar media vuelta.
Mientras dábamos media vuelta, los estudiantes que nos esperaban en Cojedes fueron golpeados salvajemente. Mientras les golpeaban, les gritaban: "Te vamos a sacar los ojos escuálida, llévate a tu asesina".
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