Los sobrinos de Nicolás Maduro cerca de declararse culpables de narcotráfico

Tras el pedido de postergación de la audiencia por dos semanas para culminar las negociaciones, Flores y Freitas podrían reconocer el delito y brindarían más detalles sobre los vínculos del chavismo con la venta de drogas, para disminuir la pena

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Los sobrinos del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quienes fueron arrestados por la agencia antidroga (DEA) por intentar vender 800 kilos de cocaína, podrían admitir su culpabilidad del delito de narcotráfico.

Un informe publicado por El Nuevo Herald explica que Efraín Antonio Campo Flores y Francisco Flores de Freitas estarían negociando un acuerdo con la fiscalía federal del Distrito Sur de Nueva York, en la que se comprometerían a brindar más detalles sobre los vínculos del chavismo con el narcotráfico.

Según las fuentes familiarizadas con el caso que dieron testimonio al medio, la postergación de la audiencia por un plazo de dos semanas, que se realizaría el jueves 17 de diciembre, fue solicitada para terminar de negociar con la fiscalía la admisión de culpabilidad.

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Además, los sobrinos de la primera dama de Venezuela, Cilia Flores, darían detalles y testimonios sobre la operación de venta de drogas a la que pertenecían, a cambio de que la fiscalía le recomiende al juez dictar una pena substancialmente inferior a la que les correspondería de ser declarados culpables en un juicio.

En la negociación, los jóvenes, uno de los cuales fue criado por la pareja presidencial, buscan reducir la pena ya que en caso de ser encontrados culpables del delito de narcotráfico podrían ser sentenciados con la pena máxima de prisión de por vida, que por lo general conducen a sentencias de entre 20 y 30 años de cárcel.

Sin embargo, a través de un acuerdo con la fiscalía, por una pena considerablemente menor, Flores y Freitas podrían brindar datos y testimonios que deberían ser muy valiosos sobre los vínculos del chavismo y el actual gobierno venezolano con los cárteles y la venta de estupefacientes.

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"El caso que tiene la fiscalía contra los acusados es sumamente sólido. Tanto así que ellos están convencidos de que no necesitan una admisión de culpabilidad para conseguir una sentencia. De manera que lo que tienen los acusados que brindar tiene que ser substancial para que ellos puedan conseguir el acuerdo", indicó la fuente con acceso a los detalles del caso y que pidió no ser identificada por El Nuevo Herald.

"Ahora lo van a tener que decir todo. En los próximos días, ellos van a entrar en un proceso de armar todo un inventario del tipo de detalles que ellos pueden aportar para entonces allí proceder con las negociaciones", explicó.

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A su vez, el informe indica que el acuerdo va a depender de la capacidad de los sobrinos del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de inculpar a los jefes de la operación criminal de la que formaban parte, y de quiénes les suministraron la droga.

Aunque uno de los dos acusados había decidido declararse culpable desde un inicio, el otro finalmente cambió de opinión después de que sus abogados examinaran la extensa cantidad de evidencia que había sido acumulada en su contra y determinaran que saldría muy mal parado de ir a juicio.

Luego del arresto en Haití, al término de una operación encubierta de ocho meses donde los jóvenes fueron grabados en video negociando los 800 kilos de cocaína de alta pureza, Flores y Freitas acusaron al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, de ser el dueño de la droga.

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Cabello es investigado por las autoridades estadounidenses bajo sospecha de que encabeza el denominado Cartel de los Soles, organización criminal que monopoliza el narcotráfico en Venezuela.

Sin embargo, esa acusación fue descartada e inculparon al gobernador del estado Aragua, Tarek El Aissami, otro de los dirigentes venezolanos de quien sospechan los norteamericanos tiene vínculos con el narcotráfico.

Félix Jiménez, quien llegó a ocupar el tercer puesto en importancia en la DEA antes de pasar a retiro, le dijo a El Nuevo Herald que el caso contra los dos jóvenes "es devastador".

"Casi todas las conversaciones con ellos durante la operación encubierta fueron grabadas tanto en video como en voz. Si fue una reunión, esa reunión fue grabada en video, si fueron unas conversaciones por teléfono, esas conversaciones fueron grabadas. El caso es sumamente fuerte", indicó.