El minúsculo pero casi indestructible tardígrado es un ser muy especial. Gran parte de su a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" ADN/a lo adquiere de organismos ajenos, lo cual podría explicar su gran capacidad de supervivencia, estiman los científicos.
Estos microorganismos, también llamados osos de agua, viven en todas partes del mundo.
Con sus ocho patas, estos animales que no miden más de 0,5 milímetros, se mueven muy despacio y de manera muy torpe. Se adaptan con gran facilidad a su ambiente y pueden sobrevivir en temperaturas extremas.
Incluso luego de haber pasado diez años en un congelador a -80°C, es capaz de empezar a moverse de nuevo a los 20 minutos de descongelarse.
Un 17,5 por ciento de su ADN proviene de organismos ajenos
Cuando secuenciaron el genoma de estos microorganismos, científicos de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill se sorprendieron al descubrir que un 17,5% –casi una sexta parte– de su ADN provenía de organismos ajenos.
En la mayoría de los animales, sólo el 1% de su genoma contiene ADN de otros organismos.
Con ocho por ciento de ADN ajeno, se creía que eran los microscópicos rotíferos los que tenían el récord.
"No teníamos la menor idea de que un genoma animal podía estar compuesto por tanto ADN ajeno", relató Bob Goldstein, uno de los autores del estudio que fue publicado en la revista oficial de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
"Sabíamos que muchos animales obtienen genes ajenos, pero no teníamos la mínima idea de que ocurría a esta escala", señaló.
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