Según un informe recientemente publicado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), las ventas de alimentos procesados industrialmente (comida rápida y bebidas azucaradas) aumentaron sustancialmente en América Latina, lo que contribuyó al incremento de las tasas de obesidad en toda la región. Esto despertó una gran alarma en la salud pública, por su implicancia como factor de riesgo de obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
El ritmo de vida actual y la lamentable oferta y excesiva disponibilidad de alimentos procesados industrialmente, sumado a los relativos bajos costos y practicidad que tienen, desplazaron la alimentación saludable por bebidas y comidas ultraprocesadas, las cuales se destacan por una elevada densidad calórica, y contenido de azúcar, grasas saturadas y sodio, y escasa cantidad de fibra dietética, minerales y vitaminas.
Para la especialista en Nutrición María del Pilar Quevedo (médica argentina, MN 124.023), "la combinación de azúcar, sal, grasa y varios aditivos como bebidas azucaradas, snacks dulces y salados y comidas rápidas condicionan la ingesta de estos alimentos, ya que la elevada palatabilidad genera un comportamiento adictivo, lo que resulta casi imposible dejar de consumirlos".
Además, "la gran concentración de calorías que contienen puede ocasionar con su consumo excesivo ganancia progresiva de peso, alteración en la glucemia y mayor riesgo de hipertensión arterial (por su elevado contenido de sodio), y de esta forma aumentar los factores de riesgo cardiovascular", destacó la especialista de la Fundación Cardiológica Argentina.
¿Cómo alimentarse mejor?
Desde la Fundación Cardiológica Argentina, brindaron algunas recomendaciones:
• Resulta fundamental tomarse un tiempo prudente para alimentarse.
• Elegir las opciones más saludables de los alimentos que se vayan a consumir.
• Conectarse y disfrutar del "acto de comer" para no realizarlo en "piloto automático", lo que hace que no se mastique correctamente e incluso se perciba saciedad.
• Evitar los distractores y dedicarle tiempo influye notablemente en la cantidad y calidad de la alimentación.
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