Manuela Carmena es desde el 13 de junio de este año la alcaldesa de Madrid. Pero en los últimos días no fue noticia tanto por su gestión sino por sus confesiones. No sólo admitió estar "desbordada" y no ser feliz, sino que en un libro publicado este martes reflexiona sobre su vida sexual y toca puntos que muchos aún consideran tabú.
Uno de ellos cuando destaca que hay "cantidad de placeres sin penetración". Explica: "A mí el punto G como que no... A mí me parece que el clítoris es un gran invento. Porque eso es lo seguro, lo mires por donde lo mires".
El libro, titulado Manuela Carmena en el diván de Maruja Torres, tiene el formato de conversación entre ella y la autora. Allí considera que desde los años 70 se produjo "una involución" en cómo se trata el tema del sexo en la sociedad, puesto que cada vez es más tabú, por lo que se habla cada vez menos. No obstante, según asegura, no es su caso. Ella se define como más abierta en relación a la cuestión.
Tan abierta como su matrimonio, tal como ella misma lo explica. Casada desde 1967 con Eduardo Leira, tiene dos hijos –Eva y Manuel– y dos nietos. En el libro admite que, "con la premisa de contarse siempre la verdad", con su pareja mantuvo una relación "abierta".
"Nosotros lo hemos llevado bien, nuestros hijos también. Horizontes amplios. Siempre", afirma, para añadir que, "en el sentido más íntimo", ella y su marido siempre "han funcionado muy bien".
Otro de los temas a los que no le escapa es el de la masturbación. "Da mucha pena que todavía existan tantísimas mujeres que no conozcan el amor propio y que no llegan al orgasmo con nadie", manifiesta.
Por eso, al ser consultada respecto a cuándo debe comenzar a hablarse sobre sexualidad con los niños, Carmena indica que lo mejor es "no llevarse las manos a la cabeza" cuando el conocimiento del cuerpo "llega pronto". En ese sentido, apunta que la falta de comunicación es un error y critica que "no se hable, no se comente".
"¿Recuerdas tu primera beso?", le pregunta la autora del libro. "Pues no. Debió de ser con Eduardo", contesta sin titubeos, pero sin estar demasiado segura. Sin embargo, menos dudas tiene cuando se le consulta sobre su primer recuerdo erótico. Fue con una película: Sissi Emperatriz, en el momento en el que Francisco José besa a Romy Schneider, con una cama de matrimonio detrás. "Eso fue, recuerdo la sensación física", sostiene la alcaldesa.
En el capítulo de su trabajo como alcaldesa, también hay revelaciones sorprendentes. Se reconoce "desbordada" por la situación y la fama sobrevenida. "Todo esto es absolutamente excesivo. Me desborda. No soy feliz ahora, y eso no es bueno", ha confesado. "Si pudiera rebobinar a febrero pasado, mantendría mi no inicial a presentarme a alcaldesa", concluye.
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