El ciclo de la presidente Cristina Kirchner, que se inició en al fin del último trimestre de 2007, comenzó con una población ocupada en el Poder Ejecutivo Nacional, otros entes del sector público no financiero y empresas y sociedades del Estado, de 312.040 personas, poco menos del 1,9% del total que estaba empleado en el agregado de la economía, con posiciones en blanco y negro, en la producción de bienes y de servicios, públicos y privados.
Al fin del primer mandato, en diciembre de 2011, el PEN había acumulado un crecimiento global de la nómina del 18,3%, mientras que de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC surgió que en el total país los puestos netos se elevaron casi en la tercera parte, 6,3%. En cantidad, esos movimientos significaron un salto de 57.000 personas en el primer caso y de poco más de un 1,04 millones de personas en el segundo.
Cristina Kirchner comenzó con 312.040 puestos en el PEN y se va con más de 417.000 empleos
La sobre expansión de la planta de personal a cargo del Poder Ejecutivo Nacional se centró, por un lado en las tareas a contrato por tiempo determinado con 19.300 casos, en muchos de los cuales se buscaron efectivizar en las últimas semanas, para disimular la precariedad laboral, aunque muchos de ellos en tareas con mínima carga horaria; y por el otro, en las empresas públicas generadas ad hoc para administrar el comercio internacional de energía, y las nuevas sociedades estatizadas, unas plenamente y otras mixtas con el sector privado, que virtualmente se duplicaron en el cuatrienio, a casi 22.000 personas.
Contraste con el sector privado en el segundo período
Las buenas noticias para una pequeña parte de la amplia población realmente desocupada, esto es la que venía participando del mercado de trabajo más los que se habían retirado por falta de oportunidades en el ámbito privado, porque en esa franja los puestos cayeron 0,95%, es que el PEN decidió convertirse en una activa bolsa de empleos con un acrecentamiento de la planta en 13%, nuevamente impulsada por las empresas públicas.
Muchas de las compañías dependientes de las decisiones del Poder Ejecutivo pudieron usar y abusar del financiamiento ilimitado del Tesoro Nacional, con los recursos que percibió a través de la creciente presión tributaria sobre las empresas y asalariados; más el impuesto inflacionario al no autorizar el ajuste de los balances por la variación del Índice General de Precios y seguir un régimen desigual en el tratamiento de Ganancias, según el alcance que tenía el tributo sobre cada trabajador antes de agosto de 2013.
De ahí que en los ocho años de Gobierno, y aún cuando restan computar las singulares ampliaciones de la nómina permanente y contratada que informó diariamente el Boletín Oficial desde abril de 2015, y en particular en los últimos cinco meses, con claros fines electorales, mientras que la economía en su conjunto registró una expansión neta del empleo en actividades remuneradas en poco más de 5%, equivalente a unas 876.000 personas, el PEN elevó las incorporaciones netas en 33,6%, esto es en 105.000 personas.
Con esos guarismos, la participación del empleo en la administración nacional, sin considerar Poderes Legislativos y Judicial, ni los de los gobiernos provinciales y municipales, se acrecentó en más demedio punto porcentual, a 2,4% del total.
En los últimos meses el Boletin Oficial consumió ríos de tinta con los nuevos nombramientos
Cálculo de sobre expansión de la nómina en el Estado
Una forma simple de ponderar el exceso de la creación de empleos en el sector público, aunque amparado en la vocación de los gobiernos populistas de aplicar políticas activas para suplir la destrucción de empleos en el ámbito privado con políticas claramente abocadas a ese fin, para justificar su estrategia de intentar perpetuarse en el poder, es estimar cuál hubiese la evolución de la nómina si hubiese corrido pareja con el promedio nacional.
El ejercicio para el período de ocho años de Gobierno de Cristina Kirchner determinó un crecimiento de la nómina en el PEN del 33,6%, frente a 5,3% del conjunto de la economía. Semejante brecha determinó un salto de más de 28 puntos porcentuales adicionales, equivalente a 88.500 puestos. Pero que con las incorporaciones de los últimos meses se estima que ya supera los 100.000 casos, esto es un cuarto de la nómina, en su mayor parte con remuneraciones "pactadas" que más que triplican el promedio en esa jurisdicción de la administración que es del orden de los 20.000 pesos brutos por mes.
En ocho años el empleo en el PEN subió 33,6% y en el total del país sólo 5,3%
En los casos particulares de los gobiernos provinciales y municipales, sólo en el último cuatrienio la sobre habilitación de puestos, en muchos casos con bajos o nulos niveles de productividad fue de unos 113.000 en el primer caso, a más de 836.000 posiciones en la mitad de las jurisdicciones que forman parte del Sistema Integrado Provisional Argentino y de 8.000 en el segundo, a un total de 120.000, excluido CABA, y en el caso de la Ciudad de Buenos Aires otros 10.000, a poco más de 150.000 ocupados.