Los alimentos también son una excelente fuente de líquidos para el cuerpo. Las frutas y verduras, por ejemplo, poseen entre un 80 y 90 por ciento de agua en su composición, además de ser indispensables en una alimentación equilibrada y facilitar la eliminación de toxinas en el organismo. Entre las más que más hidratan se destacan la sandía y el melón, con casi 92 por ciento de agua cada una.
A medida que se acerca el verano, los días de calor sofocante empiezan a sentirse con mayor intensidad. Los cambios climáticos son inesperados y el organismo necesita prevenir cualquier tipo de situación adversa. "Lo primero que hay que tener en cuenta es que estar bien hidratado es tanto o más importante que estar bien alimentado. Una buena hidratación es indispensable para un normal funcionamiento físico y cognitivo", explicó la licenciada en Nutrición Laura Cordeu (MN 1.220), del Centro Terapéutico Dr. Máximo Ravenna.
El cuerpo puede perder líquido de varias maneras: por orina, heces, sudoración y respiración. "Esta pérdidas se ven aumentadas cuando las temperaturas son mayores y en distintas situaciones biológicas y de salud, siendo los niños y los adultos mayores los más vulnerables y los más propensos a deshidratarse rápido", contó Cordeu.
A lo largo del día, y dependiendo de la temperatura, el nivel de sudoración y la actividad física, hay que ingerir agua y otros líquidos como jugos naturales, bebidas refrescantes (evitar el exceso de gaseosa) e infusiones (frías o calientes).
La nutricionista Cordeu elaboró una lista con una serie de consejos indispensables que se deben tener en cuenta para mantenerse hidratado y evitar la deshidratación:
No esperar a que aparezca la sed. Tomar liquido de forma regular durante todo el día, como recomendación promedio con temperaturas de verano llega a un total de 3 litros diarios. Ingerir un vaso o taza de líquido por hora, sobre todo si se está al aire libre.
Cualquier hidratación es buena: con líquidos fríos y calientes, jugos, gaseosas infusiones de todo tipo, caldos vegetales -incluso si hace calor- un caldo frío de vegetales sin grasa repone electrolitos perdidos por sudoración. Si la persona está en su peso ideal, se puede utilizar además de agua pura, jugos naturales de frutas, o de mezclas de frutas y vegetales como el de zanahoria y naranja, remolacha y apio y gran variedad de aguas saborizadas caseras. Algunos ejemplos:
- Limonada: un litro o litro y medio de agua, hielo abundante, jugo de un limón exprimido, ralladura de jengibre (½ cucharita), tres hojas de menta y todo a la licuadora.
- Agua de ciruelas o de remolacha: en un litro de agua dejar remojar cinco a seis ciruelas desecadas con un jugo de ½ limón exprimido. Si se utilizan remolachas, en un litro de agua, cortar dos peladas y crudas, agregar jugo de ½ limón y tres hojas de menta. En ambas dejar en heladera durante toda la noche y consumir colada y con hielo.
Alimentos ricos en agua, como vegetales y frutas. Las ensaladas de vegetales crudos y los platos a base de estos como salpicones, las ensaladas de frutas y los licuados son un aporte ideal de líquido vitaminas minerales y fibras.
Si se lleva un peso equilibrado, se es favorable consumir dos litros de agua pura por día y tres en total. En una dieta para bajar de peso, aumentar el consumo de líquido.
es también una forma de hidratar al cuerpo. Se puede consumir con o sin azúcar, según cada necesidad. Con frutas, como postre o junto a algún yogurt.