Luego del ataque terrorista contra uno de los objetivos en París el pasado 13 de noviembre, el enfermero que creyó que la situación se debía a una explosión de gas fue rápidamente hacia el café para intentar ayudar a las personas que yacían en el piso.
David asistió a un hombre que en un primer momento no parecía tener grandes heridas pero que estaba inconsciente sobre unas sillas y mesas tiradas, y le realizó maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).
Sin embargo, cuando abrió la ropa de la persona observó que "había alambres, uno blanco, uno negro, uno rojo y uno naranjo. Cuatro colores diferentes. Entonces supe que él era un suicida con bomba".
iLEA MÁS:/i
div class="embed_cont type_freetext" id="embed74_wrap" rel="freetext">