San Francisco es una ciudad totalmente bike friendly, a pesar de su paisaje todo en subidas y bajadas, gran parte de los que allí viven se desplazan sin problemas en dos ruedas. Y no es que todos sean expertos atletas, sino que el transporte público está pensado para llevar también a la bici cuando hay que subir altas cuestas o hacer en largas distancias. Sin duda este medio de transporte es clave allí y da gusto usarlo.
Es la mejor manera de ver el paisaje, de poner atención a todo lo que lo rodea, las casas antiguas, los tranvías, los parques y su mejor parte que es la costa. Ya sea en la parte del los Pier como les llaman, o en la playa más al norte. No hay paseo que no pueda hacerse en bici y sin duda el mejor es el que comienza en Fisherman's Wharf y termina en Sausalito, unos 13 kilómetros que para ser recorridos requieren de cruzar el puente más emblemático, el Golden Gate.
La aventura comienza en la zona más pintoresca de San Francisco, Fisherman's Wharf ahí en la bahía está el mercado de mariscos y a unas pocas cuadras se encuentran los locales que alquilan bicicletas para iniciar travesías y descubrir cada punto famoso de esta ciudad. Siempre es recomendable organizarse durante una mañana para emprender la pedaleada ya que hay que llegar con buena luz al otro lado para poder disfrutar el recorrido tan pintoresco en este pequeño paraje.
Desde ahí mismo (Pier 41), siguiendo hacia el norte por el camino que bordea toda la costa, hay buenas playas y un recorrido que comienza en el Fort Mason, un complejo de edificios militares reformados que los han convertido en centro de artes y exposiciones. Luego en ese mismo distrito llamado La Marina se ve a lo lejos el Palacio de Bellas Artes (Fine Arts Palace), una reliquia arquitectónica clacisista con columnas, que destaca por su estructura redondeada y la cúpula que puede verse desde varios puntos, todo en medio de un hermoso jardín. Este palacete, situado junto a un lago, fue construido en 1915 para una Exposición del Pacífico. Actualmente es la sede del Exploratorium, un museo interactivo de ciencia.
Un poco más adelante se abre un hermoso parque de 500 hectáreas llamado Presidio, que históricamente fue una zona fortificada de los españoles. Luego pasó a manos mexicanas y finalmente a los Estados Unidos. Allí la parada invita a descubrir sus colinas, el fuerte de ladrillos de la guerra civil y diferentes rutas de senderismo. También hay un museo, el Centro de Arte Digital Letterman, uno de los lugares de la empresa del cineasta George Lucas. Lo más impresionante también son las vistas que ofrece del puente Golden Gate, la bahía de San Francisco y el Océano Pacífico. Bajando, hacia el oeste se llega a la playa Baker Beach, aunque se desvía un poco del camino, vale la pena. A no sorprenderse si vemos a alguien desnudo por allí, ya que en la parte norte se encuentra un sector nudista.
Antes de subir al puente, se pasa por una de las zonas más populares llamada Crissy Field, donde abundan los ciclistas, corredores y patinadores. Hay una zona de picnic y tiene la única playa de San Francisco que se encuentra a orillas de la bahía. Es la parada perfecta para descansar y juntar energía para el siguiente punto que es el cruce del puente todo en subida.
El Golden Gate tiene un recorrido de 3 km que se hace por una amplia vereda lateral para cruzarlo todo. Desde allí impacta la estructura de acero roja, con sus tirantes, todo un símbolo de la arquitectura estadounidense, construido para separar la bahía del Océano Pacífico. Por debajo se ven los barcos pasando todo el tiempo y las mejores vistas de la ciudad en todo su esplendor.
Al cruzarlo se llega al Vista Point, en el condado de Marin, donde hay buenos miradores y visores para no perderse nada del puente o el paisaje en cualquier hora del día. Ahora el camino baja y baja en una ruta de curvas sinuosas entre el bosque. Cuando pensábamos que todo era felicidad, vuelve a subir y mucho. Todo hasta llegar a Sausalito, que bien vale el esfuerzo.
Esta comunidad costera tiene un estilo muy sofisticado, con aires mediterráneos, una hermosa marina y pintorescas casas que van subiendo en las laderas de las colinas. El paisaje remite un poco a la costa azul francesa, con gente que pasea allí en otra sintonía, disfrutando a pleno del día y el sol.
Toda esta ciudad está rodeada de bosques, acantilados y jardines floridos por doquier. Tiene un paseo marítimo lleno de restaurantes y pintorescos muelles. Allí se encuentran las mejores terrazas para disfrutar de un almuerzo merecido con la mejor vista y por supuesto la gastronomía local que se luce con pescado y mariscos de primer nivel.
Hay un pequeño centro con tiendas y galerías de arte. Una plaza muy pintoresca y acogedores cafés. A pesar de lo chic de este lugar, también tiene aires bohemios, en los años '50 y '60 era conocido como una colonia de artistas. De ahí que haya tantas galerías y sitios donde comprar artesanías realizadas por los habitantes del lugar. Una curiosidad también son sus casas flotantes, de todo tipo, algunas que mas bien lucen como ranchos de madera y otras de primer nivel.
Al caer la tarde ya es hora de volver y una de las mejores opciones para evitar desandar nuevamente el largo camino, es hacerlo a través de un ferry hasta San Francisco que tiene bodega para las bicicletas. El viaje dura unos 30 minutos y lleva hasta el muelle más al sur del embarcadero. Este viaje nos permite relajar pero además disfrutar de magníficas vistas de la isla de Alcatraz y el puente Golden Gate desde otra perspectiva.
Una vez el tierra nuevamente, lo mejor es recorrer toda la costa por los diferentes embarcaderos y sus espacios de recreación. Hay shoppings, galerías, restaurantes, un acuario, etc. Entonces sobran las excusas para encontrar un lugarcito con buena vista para la merecida cerveza del atardecer con camarones. El Bubba Gump Shrimp Co. es de los más famosos, sobretodo por la película "El Naufrago" con Tom Hanks. Queda en el Pier 39 y tanto el servicio como la comida son insuperables.