El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo al programa de la BBC británica HARDTalk que se emitirá este jueves, que no extraditará a Estados Unidos a Timochenko, líder de las FARC, si hay acuerdos de paz.
"La recompensa de 5 millones de dólares" que ofrece Estados Unidos por Timochenko "tendrá que desaparecer porque no voy a extraditarlo", dijo Santos en referencia a Rodrigo Londoño, conocido por sus nombres de guerra Timoleón Jiménez o Timochenko.
"¿Puede imaginarse a un líder de la guerrilla negociar un proceso de paz que acabara con una condena a cadena perpetua en Estados Unidos? Es absurdo", añadió el presidente colombiano, según la transcripción en inglés de la entrevista facilitada por la BBC.
"EEUU sabe que no voy a extraditar a esta gente si llegamos a un acuerdo de paz", dijo Juan Manuel Santos
Santos dijo que confía en la colaboración de Washington en este asunto: "Estados Unidos ha estado a mi lado durante todo el proceso y saben que no voy a extraditar a esta gente si llegamos a un acuerdo de paz".
El gobierno de Santos y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), con unos 7.000 guerrilleros, según cifras oficiales, negocian en La Habana un acuerdo de paz para acabar con un enfrentamiento que desangra a Colombia desde hace más de cinco décadas.
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En la entrevista con HARDTalk, Santos volvió a cuestionar la estrategia de lucha contra la drogas: "La guerra contra las drogas no se ha ganado. Somos el país del mundo que más ha sufrido en esta guerra", lamentó.
"Hemos sacrificado a nuestros mejores líderes, nuestros mejores políticos, nuestros mejores periodistas, nuestros mejores jueces, nuestros mejores policías, y seguimos siendo el primer proveedor mundial de cocaína", constató el presidente.
Los vínculos de las FARC con Hezbollah
Es un triángulo que comenzó a gestarse hacia 2008. Se trata del entramado de terrorismo, narcotráfico y territorialidad que fue pactado entre Hugo Chávez, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el grupo terrorista islámico Hezbollah.
Ese acuerdo recibió su impulso definitivo aquel año, cuando los regímenes de Venezuela y de Irán estrecharon sus lazos definitivamente. Eran tiempos del caudillo bolivariano y del presidente Mahmoud Ahmadinejad. El pacto, desde luego, fue continuado por Nicolás Maduro al pie de la letra.
Las FARC, el grupo insurgente más antiguo de América Latina, son catalogadas por la Unión Europea y los Estados Unidos como un grupo terrorista con una amplia actividad narco en la región. Su penetración comienza en México y se extiende hasta el sur, en la Argentina.
Los lazos que tejió a lo largo de las últimas décadas les proporcionaron los mejores contactos con los capos de los cárteles de la droga más sangrientos. Entre ellos, figura el de Sinaloa. Estos vínculos no cesan, pese a que desde hace dos años las FARC dicen estar impulsando el diálogo de paz con el gobierno constitucional de Colombia.