La reacción fue inmediata. Europa no está dispuesta a dejarse intimidar por el terrorismo. En los días posteriores a los atentados simultáneos del viernes 13, que dejaron 132 muertos en París, distintos países exhibieron las fuerzas especiales con las que pretenden hacer frente a los comandos islamistas.
El operativo más impactante se vio este miércoles en Saint Denis, en las afueras de la capital francesa. El objetivo era atrapar al cerebro de los atentados, Abdelhamid Abaaoud, y a sus cómplices.
La BRI depende de la Oficina Central de Lucha contra el Crimen Organizado. Es como una policía judicial y su fuerte es la inteligencia. La RAID tiene una formación más bien militar, y está pensada para atacar a las organizaciones más peligrosas.
Ambas están fuertemente armadas. Si bien puede variar según la operación, en líneas generales, su equipamiento incluye lo siguiente: un fusil SIG 516 (o uno similar) con un tambor de 30 rondas, mira láser, y linterna montada; una pistola semiautomática Glock 9 milímetros con cartucho para 17 rondas; una Taser X26 capaz de descargar 50 mil voltios a seis metros de distancia; un cuchillo y un cúter; un traje antiflama con chaleco antibalas, espacio para guardar varias rondas de municiones y todo tipo de instrumentos; casco y visor a prueba de balas para proteger la cabeza y los ojos; guantes Kevlar reforzados; y un radio especial que permite mantener comunicaciones encriptadas.
El asalto policial se realizó contra un apartamento del barrio y concluyó con siete detenidos, tres de ellos dentro de la vivienda, según anunció la policía. Dos personas murieron en el operativo, incluyendo una mujer kamikaze que hizo estallar su chaleco con explosivos cuando entraron en la casa. Sería la mujer de Abdelhamid Abaaoud.
Otro de los grandes operativos se vieron el martes 17 en Londres. El seleccionado francés de fútbol se enfrentaba a su par inglés en el Estadio de Wembley y Scotland Yard exhibió el poderío de su tropa de elite.
El objetivo era evitar que ocurriera lo mismo que el viernes en las afueras del Stade de France, donde tres terroristas detonaron sus chalecos explosivos, asesinando a una persona e hiriendo a otras, mientras Francia y Alemania jugaban un partido amistoso. Para ello, los policías londinenses formaron un cinturón de acero que convirtió a Wembley en una fortaleza.
Si bien su uniforme dice "policía", su entrenamiento es militar, y del más avanzado. Están preparados para disparar directo a la cabeza, no al pecho. Por eso están tan fuertemente armados e intervienen sólo ante situaciones que ponen en peligro a la seguridad nacional.