El programa Qunita lanzado este año está destinado, como se explica en la página web, a "todas las mujeres embarazadas de la Argentina que reciben la Asignación por Embarazo (AUE) que otorga la Administración nacional de la Seguridad Social (Anses)".
Contempla la entrega de un kit de productos para recién nacidos, donde se destaca una cuna de encastre y se completa con un colchón, un juego de sábanas, un acolchado reversible, un juego de toallas, dos enteritos de manga larga, dos enteritos de manga corta, dos pantalones tipo osito, dos pares de medias, un abrigo, un par de escarpines, dos sacos de dormir, un babero, un porta-bebé, un cambiador portátil, un bolso materno, un camisón, una bata de mangas largas, un par de pantuflas, una frazada, un neceser, un chupete, un mordillo, un termómetro digital, un sonajero, un cunero móvil, un paquete de algodón hidrófilo, un paquete protector mamario descartable, una crema hidratante y una crema caléndula.
La legisladora porteña Graciela Ocaña denunció el plan oficial porque cree que se pagaron sobreprecios. Su presentación derivó en una causa judicial que está bajo la órbita del juez federal Claudio Bonadio, quien llamó a declaración indagatoria para este martes al ministro de Salud, Daniel Gollán.
Según la ex ministra, ninguna de las empresas que ganaron la licitación está registrada en un rubro vinculado a la fabricación de los materiales que comprende el plan. En este sentido se refirió en particular a Fassano SRL, que figura como inmobiliaria y, de acuerdo con la investigación, el año pasado facturaba 6 mil pesos y ahora recibirá 900 millones del Estado.
Además de Gollán, el ex ministro Juan Manzur, y el jefe de Gabinete de la Nación, Aníbal Fernández, también están citados para esta semana. "(Los funcionarios) adjudicaron 1100 millones de pesos. Es un curro grande como una casa, que implica malversación de fondos públicos y se lo tendrán que explicar al juez", afirmó Ocaña en declaraciones al periodista Pablo Duggan en AM 950.
La ex funcionaria de Néstor y Cristina Kirchner cuestionó también la mala calidad de los productos del plan destinado a mujeres embarazadas. "Es un desastre porque han pagado el doble del precio y es de pésima calidad para nuestros chicos", explicó, y precisó que cada kit "tiene un precio de mercado de 4000 pesos y el Estado pagó casi 8.000 pesos".