La periodista Ariane Bonzon, por muchos años corresponsal de medios franceses en Medio Oriente y en África, hoy colaboradora independiente en Slate, se pregunta en un artículo si existe una lógica detrás de los blancos y el momento elegido por los terroristas que atacaron París.
Aunque resulte chocante, advierte, hay que saber que detrás de estos actos existe una "racionalidad, atroz, pero racionalidad al fin". Y cita el testimonio de uno de los sobrevivientes de la matanza en el teatro Bataclan: "Eran máquinas de matar (...), fríos y metódicos, sin hesitación en sus gestos. (...) Estaban en misión. Todo eso había sido pensado, planificado".
Detrás de estos actos de "guerrilla urbana", escribe Bonzon, hay "una metodología, técnicas y un savoir faire militar y psicológico probados que tienen por finalidad desestabilizar el Estado francés y crear psicosis". La prueba de que esto es así es precisamente la elección de los blancos.
Y a continuación desarrolla sus hipótesis a partir de la información disponible hasta ahora.
El Stade de France
¿El blanco era el Presidente?, se pregunta Bonzon. "Después de todo, para Estado Islámico, François Hollande es un jefe de guerra (que combate) a los yihadistas del Sahel y de Siria desde septiembre". Ordena bombardeos en Irak y Siria y también ejecuciones extra-judiciales contra jefes de ISIS y otros grupos terroristas.
El 8 y 9 de octubre pasado, Francia bombardeó un campamento en Raqqa en el cual tropas de ISIS se entrenaban para atentar contra Francia y otros lugares de Europa. Allí cayó al menos un activista de origen francés. Aunque no podían tener la certeza de que Hollande estaría en el estadio –por seguridad, esas decisiones se toman a último momento-, era algo posible y en el comunicado en el cual reivindica el atentado, Estado Islámico dice que el partido reunía a dos "cruzados", Francia y Alemania.
El Bataclan
Este teatro parisino es regularmente blanco de grupos antisionistas. Suele ser escenario de actos en apoyo a Israel. El grupo que se presentaba esa noche, Eagles of Death Metal, venía de una gira por Israel a mediados de año, desoyendo un llamado al boicot.
Los tiroteos en los distritos 10 y 11
Acá lo que está en la mira es tal vez un estilo de vida: los ataques fueron contra restaurantes y bares, contra sus mesas en la vereda –un clásico francés-, y fueron múltiples, para crear un efecto masivo, aterrorizar a la gente y enloquecer a las fuerzas de seguridad.
"¿Buscaron los yihadistas atentar contra un barrio donde existe un poco más de mezcla social y étnica que en la orilla izquierda o en el oeste de París, como para polarizar un poco más la sociedad francesa justo allí donde lo está un poco menos que en otras partes?", se pregunta Bonzon.
Es muy posible, cree ella, porque "uno de los motores de este terrorismo es el de agrandar la fosa entre las comunidades".
Además, unos de los restaurantes está a 300 metros de la casa del Primer Ministro, como para personalizar la amenaza, y de la sinagoga Don Isaac Abravanel. "En cada oportunidad, el ataque se inscribe de modo preciso en la geografía política y social francesa", afirma.
Plaza de la República y bulevar Voltaire
Varios de los atentados tuvieron lugar en esa zona y fue allí que, tras los ataques de enero de 2015 contra Charlie Hebdo y el supermercado casher, 50 jefes de Estado marcharon juntos para repudiar el terrorismo. En los mismos lugares donde decenas de miles de franceses desfilaron codo a codo y en silencio, hoy se ven escenas sangrientas.
"La guerra que libra Estado Islámico contra nosotros es también una guerra de imágenes; no lo olvidemos -escribe Bonzon. El viernes 13 de noviembre quiso borrar de nuestra memoria las imágenes de solidaridad del 11 de enero para remplazarlas por imágenes de horror y desolación".
Viernes 13 de noviembre de 2015
¿Por qué la fecha? Fue la víspera de una cumbre en Austria sobre la transición siria y también de la cumbre del G20 en Turquía, país vecino de Siria.
Pero además, recuerda la periodista, se cumplía un año de la fecha en que el Parlamento francés votó una ley que reforzaba las medidas de lucha contra el terrorismo, el 13 de noviembre de 2014, como para demostrar que no hay legislación que los pueda frenar.