Los obispos que participan de la 110ª asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina advirtieron sobre los efectos contaminantes de la megaminería y reclamaron a las autoridades un mayor cuidado del agua como elemento vital.
La preocupación eclesiástica sobre el medio ambiente surgió en el intercambio pastoral que abrió el plenario que sesionará hasta el viernes en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera, de Pilar.
Fuentes eclesiásticas confirmaron que el centenar de obispos evalúa difundir un pronunciamiento sobre los efectos nocivos de la megaminería y el problema ambiental, tras escuchar informes sobre la situación en San Juan y La Rioja.
"Entre diversos temas, se mencionó la necesidad de discernir formas para crecer en el estudio de cuestiones ambientales, especialmente el cuidado y uso del agua", sostuvo el vocero episcopal, sacerdote Pedro Brassesco.
"También se conversó sobre alternativas de colaboración a los refugiados y acompañamiento de los países en conflicto en Medio Oriente", agregó.
Brassesco aclaró que por la diversidad de temas planteados durante el intercambio pastoral, los obispos "no han decidido aún si al final de la asamblea emitirán alguna declaración que recoja o profundice algún tema de preocupación".
El centenar de prelados escuchó un informe del obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Colombo, quien recientemente intervino y logró que el gobierno provincial desactive el proyecto de la empresa minera salteña Midais en la localidad de Angulos, a raíz de las protestas y represión a los vecinos de Famatina que se oponían a la iniciativa.
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