El comienzo del partido en el Gigante de Arroyito tuvo que retrasarse algunos minutos porque los hinchas de Rosario Central se negaba a quitar dos banderas con frase contra la Asociación del Fútbol Argentino luego de los fallos arbitrales en la final de la Copa Argentina.
"AFA corrupta" y "AFAnar es violencia" eran las consignas de los dos telones que estaban ubicados en la platea y la popular.
Finalmente, por la intermediación de Marco Ruben y Eduardo Coudet, los simpatizantes sacaron las banderas y el encuentro comenzó. El clima hostil se mantiene, con las tribunas enardecidas contra los jugadores de Boca y el árbitro.
Cuando se jugaban 15 minutos, un simpatizante saltó al campo de juego y se dirigió hacia Rodolfo Arruabarrena, técnico de Boca. Su intención era arrojarle una camiseta de color naranja, idéntica a la que utilizó el árbitro Diego Ceballos en la polémica final de la Copa Argentina. Fue interceptado por personal de seguridad antes de cumplir su objetivo.
Nuevamente, Coudet se acercó a la mitad de la cancha y le pidió tranquilidad a los hinchas.