Son pocas las cosas que sabemos a ciencia cierta. Esta lista es encabezada por la importancia de contar con un sólido sistema educativo como base de toda economía exitosa y, como hemos aprendido en Google, de toda empresa exitosa. Las principales economías del mundo llegaron a donde están esencialmente a través del trabajo de matemáticos, ingenieros y científicos que impulsaron la innovación, cambiando al mundo mediante la realización de ideas complejas. Lo hicieron porque tenían las habilidades y el conocimiento para resolver problemas complejos.
Hace más o menos un año, viajé a Belo Horizonte en Brasil, donde se encuentra el Centro de Ingeniería de Google en América Latina. Desde ahí, se realizan algunos de los trabajos más importantes en el desarrollo de nuestra principal herramienta, el Buscador de Google, a cargo de un grupo de ingenieros brillantes que provienen de universidades de toda la región. Desde ese momento, hemos estado analizando maneras en las que podemos jugar un papel de mayor importancia en la ingeniería en LatAm, y en los esfuerzos necesarios para transformar a la sociedad a través de la educación. Este es un desafío que enfrentan todas las economías, sin importar su nivel de desarrollo.
Nuestro centro en Belo Horizonte tiene un plan de crecimiento a largo plazo. Este año, anunciamos que esperamos duplicar su plantilla actual de 100 ingenieros. De cara al desafío de encontrar este gran talento en la región, decidimos invertir activamente en las instituciones con quienes debemos asociarnos para alcanzar todo nuestro potencial a nivel local. Por esta razón, durante un año trabajamos con universidades de toda la región para poner en marcha el pasado julio el programa de Premios de Investigación de Google para América Latina, con más de un millón de dólares en apoyos a los Investigadores en ciencias de la computación.
Los resultados de la convocatoria nos sorprendieron gratamente. Durante un período de tres meses recibimos y analizamos, una por una, más de 300 propuestas de investigación provenientes de 10 países. Este proceso no fue fácil; finalmente, se seleccionaron 12 propuestas ganadores provenientes de cuatro países: Brasil, Chile, Colombia y México. Tres de ellos tienen la intención de mejorar la calidad de vida a través de la detección temprana o control de enfermedades que son frecuentes en la región y en otras partes del mundo: diabetes, demencia y dengue. Uno de los proyectos se centra en el creciente problema del transporte urbano y busca diseñar un sistema de control de tráfico para vehículos autotripulados. Varios proyectos buscan soluciones en el área de la inteligencia artificial y en el campo de la interacción humano-máquina. Todos ellos tienen algo en común: se centran en beneficios significativos y prácticos para la sociedad, objetivo que ha guiado a la propia investigación de Google desde sus inicios.
El crecimiento en puestos de trabajo STEM sea dos veces más rápido que en cualquier otra categoría
Apoyamos estos proyectos con una visión a largo plazo sobre los beneficios que pueden aportar a los científicos e ingenieros que trabajan en ellos, si sus investigaciones son exitosas. Pero más que eso, la idea que dio lugar a lo que Google es ahora, comenzó en una universidad con dos jóvenes ingenieros que tuvieron la sencilla idea de ordenar la información del mundo y hacerla accesible en la web. Nada nos emociona más que ser recíprocos y apoyar los esfuerzos que están en marcha en la región, que por experiencia sabemos son tan sofisticados como los esfuerzos de investigación en curso en algunas de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos. Al contar con un programa local de apoyos a la Investigación, estamos haciendo que sea menos probable que el trabajo en desarrollo en América Latina sea pasado por alto, y por lo tanto, tenga una mejor oportunidad de prosperar.
Esto es sólo el principio y sólo una gota en un balde de agua de lo que hay que hacer en todos los niveles de la educación para crear la fuerza de trabajo que necesitamos en nuestra región para crear más nuevas empresas, innovar y resolver los grandes problemas a los que nos enfrentamos en áreas como la movilidad, infraestructura y salud por mencionar sólo algunos. Un programa STEM (educación en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) exitoso tiene que empezar desde temprano, haciendo que los niños se apasionen por las ciencias duras. También necesita tener un fuerte enfoque en ciencias de la computación, porque sabemos lo valiosas que pueden ser estas habilidades más adelante, cuando sean profesioniales, ya que tendrán los conocimientos necesarios para producir riqueza en todas las nuevas plataformas que la Web nos ha traído, con muchas de ellas todavía inimaginables para nosotros.
Tomando mi propio caso, yo me enamoré de la tecnología desde muy pequeña, fascinada por el impacto que podría tener en la solución de problemas de salud. Sin embargo, cuando llegó el momento de elegir una carrera, no consideré estudiar ingeniería ni ninguna otra ciencia. Lo que me lleva a otro punto muy importante: debemos poner todo nuestro esfuerzo para asegurarnos que las niñas participen en todo lo posible dentro de estos campos que hoy son dominados por los hombres. Por eso me entusiasma que 4 de los 12 proyectos ganadores de nuestros Premios son liderados por mujeres, quienes no sólo inspiran, también son modelos a seguir.
En las economías más desarrolladas, como la de EE.UU., el panorama prevé que el crecimiento en puestos de trabajo STEM sea dos veces más rápido que en cualquier otra categoría. Aquí es donde radica la oportunidad para nosotros, y para la región. Es por eso que este año Google invirtió un millón de dólares en apoyo a la realización de proyectos piloto en materia de formación de habilidades digitales en Argentina, Colombia y México.
Creemos que los resultados de estos programas demostrarán que la educación en una amplia gama de campos relacionados con la tecnología del marketing digital a la programación avanzada pueden ayudar a reducir la "brecha del conocimiento" y a preparar nuestra región para las emocionantes oportunidades que tenemos por delante, tanto en el mercado de trabajo, como en el de la educación superior e investigación. Hay mucho por hacer. Queremos y seremos parte de la transformación que tiene que venir.
Adriana Noreña es directora de Google Hispanoamérica