Juan Manuel Santos pidió perdón de Estado por la toma del Palacio de Justicia de Colombia

A 30 años de la masacre que dejó cientos de muertos en Colombia, el presidente se dirigió al país y a los familiares de las víctimas del ataque perpetrado por la guerrilla M-19

Presidencia de Colombia 163

En un hecho histórico, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, pidió perdón el viernes por la muerte de un centenar de personas durante una operación militar de hace 30 años, llevada a cabo para recuperar el Palacio de Justicia de manos de un comando de la guerrilla M-19.

Luego de que el comando tomara el edificio y a 350 rehenes, las fuerzas de seguridad comenzaron un operativo que dejó muertos y desaparecidos. En 2014, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al país por la medida y lo acusó de violaciones a los derechos humanos durante la retoma del edificio, consigna Reuters.

"La paz es perdón, la paz es reconciliación, la paz es reencuentro, pero la paz también es admitir responsabilidades"

"La paz es perdón, la paz es reconciliación, la paz es reencuentro, pero la paz también es admitir responsabilidades. En nombre del Estado, pido perdón por el incumplimiento al deber de prevención con las personas que se encontraban en el Palacio de Justicia, por la violación de sus derechos", dijo Santos en un acto al que asistieron familiares de las víctimas.

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"Y lo hago de corazón, no sólo para cumplir una orden. Aquí se presentó una acción lamentable, absolutamente condenable, del M-19, pero si hubo fallas en la conducta y procedimientos de los agentes del Estado, así debe reconocerse", precisó.

Los hechos conocidos como el "Holocausto del Palacio de Justicia" comenzaron la mañana del 6 de noviembre de 1985, cuando un comando del M-19 tomó por asalto la edificación ubicada frente a la sede del Congreso y a una cuadra de la Presidencia, en el centro de Bogotá.

El M-19, que se desmovilizó en 1990 luego de un acuerdo de paz, mantuvo unos 350 rehenes entre magistrados, empleados judiciales y visitantes, la mayoría de los cuales sobrevivió.

La incursión de la guerrilla fue seguida de la reacción de la Policía y del Ejército, que rodearon el edificio e iniciaron una operación de retoma con tanques blindados y fuerza excesiva.

Los hechos culminaron 27 horas después y dejaron un centenar de muertos y desaparecidos.

Testigos dijeron que los altos mandos militares de la época tomaron las decisiones, cometieron u ordenaron torturas, desapariciones y ejecuciones extrajudiciales, alteraron la escena del crimen y aislaron al entonces presidente, Belisario Betancur.