El juez Rodolfo Canicoba Corral fue apartado de la investigación por presunto lavado de dinero atribuido a la familia de Alberto Nisman. Lo decidió la sala I de la Cámara Federal a raíz de una presentación de Sara Garfunkel, madre de quien fuera titular de la UFI-AMIA, para quien el magistrado carecía de imparcialidad.
La causa tiene entre sus implicados a Garfunkel, a la hermana de Nisman, Sandra, y al empleado informático Diego Lagomarsino. Se inició luego de que saliera a la luz la existencia de una serie de bienes que se le atribuyen, como una cuenta en los Estados Unidos con más de 666 mil dólares.
Canicoba Corral aseguró en septiembre que tenía "probado" el lavado de activos. "Ya lo más importante está producido en el expediente" que investiga las cuentas no declaradas que tenía la familia, dijo entonces.
En esa ocasión, el juez se defendió –en diálogo con radio Rivadavia– de la recusación que pidió la familia del fiscal. "La mayoría de los jueces en delitos de este calibre ordenan primero las detenciones", apuntó. "Mi juzgado, que se caracteriza por tener un criterio muy prudente, primero cita y ante la incomparecencia procede. Yo podía haber ordenado las detenciones antes de las indagatorias para indagar", sostuvo.
Sara Garfunkel y Sandra Nisman habían sido citadas a brindar delcaración indagatoria a pedido del fiscal del caso, Juan Pedro Zoni. Esa solicitud abarcó también a Lagomarsino, quien compartía una cuenta bancaria con Nisman en los Estados Unidos, y a Claudio Picón, un empresario que le habría prestado un auto de alta gama al fiscal fallecido.
El dato sobre la existencia de la cuenta lo aportó la ex de Nisman, la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, tras la muerte del fiscal. Luego se sumó la presunta existencia de otra cuenta en Uruguay. A ambos países ya se enviaron exhortos con varios pedidos de información y las autoridades esperan la respuesta.