Nadie hubiese podido imaginar que el Candy Crush llegara a estar vinculado con el narcotráfico. Pero ocurrió, aunque el jueguito tenga poco que ver con el tráfico ilegal. La Aduana, a través de la AFIP, impidió que ingresaran al país cerca de un kilo de marihuana y una pequeña fracción de LSD. Las sustancias estaban camufladas en stickers con diseños de la famosa aplicación para celulares.
La maniobra fue descubierta en un control vehicular en Misiones, en el Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz, que une las ciudades de Posadas y Encarnación del Paraguay.
La mercadería, que consistía en 950 gramos de marihuana y un troquel con la sustancia de diseño LSD, estaban ocultas en las calcomanías cuando eran transportadas en un taxi con patente paraguaya.
No hubo que realizar un gran operativo para desmantelar la picardía ilegal. Arriba del coche viajaba un argentino, quien declaró espontáneamente que llevaba las drogas entre sus pertenencias.
Tras el hallazgo, las sustancias fueron sometidas a pruebas de narcotest que dieron positivo de marihuana y LSD. El delito está caratulado como Tentativa de contrabando de importación de Estupefacientes según el Código Aduanero (Ley 22.415).
La causa quedó a cargo del Juzgado Federal de Posadas, Secretaría Penal N° 1, que ordenó como primeras medidas la incautación de los narcóticos y la detención en carácter de incomunicado del sospechoso.