La brecha cambiaria en Venezuela es tan amplia que dependiendo del sistema que se utilice para cotizar el bolívar, el salario puede parecer un logro o una broma. Es que el régimen chavista ofrece un menú tan insólito como ficticio: cuatro tasas cambiarias.
El dólar oficial, clavado en Bs. 6,30, es la ilusión que el Gobierno utiliza para maquillar sus presupuestos. Sin embargo, nadie accede a esa cotización. Los venezolanos sólo pueden recurrir al tipo de cambio paralelo ("lechuga"), un mercado negro que esta semana trepó a los 816 bolívares por dólar, cifra que supera 129 veces la tasa oficial.
Además, existen otras dos tasas: el dólar Sistema Cambiario Alternativo de Divisas 1, al que sólo acceden empresas, y el SICAD 2, que sí permite privados. En este escenario, la mayoría de los venezolanos tiene que dividir su salario por 816 para saber cuánto gana en dólares.
En declaraciones al diario venezolano La Verdad, Edinson Morales, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad del Zulia, rechaza que el Gobierno afirme que el sueldo mínimo venezolano es el mayor de toda la región latinoamericana. Si se calcula a precio oficial, la remuneración se ubicaría en 1.531 dólares. Pero cuando se calcula sobre la base de la cotización paralela, que se ubica en 816,65 bolívares por dólar, el salario equivaldría a 11,8 dólares.
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