El gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) buscará este domingo 1 de noviembre recuperar la mayoría absoluta en el Parlamento, que los ciudadanos le negaron en las elecciones del pasado 7 de junio. Dos tercios de los escaños es lo que necesita el Presidente islamo-conservador Recep Tayyip Erdogan para reformar la Constitución y pasar de un sistema de república parlamentaria a presidencialista.
El primer ministro Ahmet Davutoglu fracasó en las negociaciones para formar un Ejecutivo de coalición, por lo que Erdogan convocó a elecciones legislativas anticipadas. En estos últimos cincos meses, Turquía hizo un salto en el tiempo hacia décadas atrás con el resurgimiento de un supuesto "Estado Profundo" –una suerte de poder paralelo– y la escalada contra los rebeldes del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).
En la víspera de los comicios, Infobae habló con la directora del programa de investigación "Turquía Contemporanea" del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI), Dorothée Schmid; con el profesor de ciencias políticas en la Universidad de Baskent en Ankara, Menderes Ç?nar; y con la activista por los Derechos Humanos y profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad de Süleyman Sah en Estambul, Maya Arakon.
––El clima de violencia y miedo en el que vivimos no es más sostenible. Los que murieron en los atentados de Suruç eran nuestros estudiantes –dijo Arakon–. Los que murieron en los atentados de Ankara eran nuestros amigos. En este país, como miembro de la oposición, militantes de los Derechos Humanos, activistas pacifistas, uno pone en riesgo su vida.
iTurquía y Alemania, socios en la crisis migratoria/i
Las autoridades dan cuenta de más de dos millones de refugiados sirios en suelo turco, pero Maya Arakon y Dorothée Schmid coinciden: en realidad no se sabe cuántos son, ni quiénes son. O dónde van a vivir y de qué van a trabajar.
"Lo que sí se sabe es que muchos de ellos están en situación de calle, piden limosna o trabajan en negro. Abrimos las puertas, sin más. No es manera de tratar la cuestión migratoria", dijo Arakon.
A cambio de frenar a los refugiados, Ankara solicitó a Bruselas un aporte de 3.000 millones de euros, la flexibilización de los visados a ciudadanos turcos y abrir nuevos capítulos en la negociación para el ingreso del país a la Unión Europea (UE).
Ángela Merkel, quien ha estado "siempre en contra de la adhesión de Turquía", como lo recordó en una entrevista con la televisión pública alemana el pasado 9 de octubre, viajó a Estambul pocos días después y se reunió con el Premier y el Presidente.
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