Un preso del penal de Sierra Chica aprovechó sus habilidades de estafador para engañar a todos. Desde un teléfono celular, pudo hacer que un grupo de policías creyera que estaba recibiendo órdenes del juez federal, Norberto Oyarbide. Lejos de ser un hecho novelesco o risueño, el engaño tuvo como consecuencia que una joven agente fuera abusada y violada.
El recluso se trataba de Jorge Celentano Arce, de 48 años, quien estaba detenido como extorsionador. El 11 de octubre pasado llamó desde la cárcel a la comisaría de Lincoln simulando ser el magistrado. La treta consistió en pedir personal femenino para una investigación sobre narcotráfico. La instrucción incluía que la mujer debía ser "joven y linda" para poder realizar tareas de encubrimiento.
En la supuesta operación, la agente se encontraría con informantes que le brindarían datos sobre la banda. Además, debía llevarle ropa entre otras cosas al propio Celentano, con el argumento de que el preso estaba colaborando con el caso.
La cuestión es que los presuntos "buchones" darían la información a cambio de distintos favores sexuales, según reveló hoy el diario Clarín en un artículo.
Siempre desde prisión, Celentano coordinaba los encuentros entre la mujer policía y los falsos informantes con una agencia de remises, que debía pasarla a buscar. Habrían ocurrido al menos cinco encuentros entre la oficial y los "buchones": mientras que en tres el sexo fue simulado, en el cuarto hubo abuso sexual simple.
En la quinta de las maniobras fue cuando todo se desmadró y terminó con la denuncia de la mujer: había sido violada. El caso ahora está bajo la investigación de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad y de Vanina Lisazo, titular de la Fiscalía de Trata y Delitos Conexos de Junín.
A raíz del hecho, el Ministerio de Seguridad pasó a disponibilidad al jefe de la Comisaría de Lincoln porque "no se cuidó la cadena de mandos" y la "irresponsabilidad" en la protección del personal.
El preso cuenta con un vasto historial de engaños en el que siempre se hacía pasar por un funcionario. Habría perpetrado el mismo ilícito en Pergamino, Luján, Junín, San Martín y Caseros. Por su accionar, en total logró que desplazaran a cuatro comisarios incluyendo al de Lincoln.
El juez Oyarbide ya había llamado la atención y realizado una denuncia porque le había llegado el dato de que un impostor que se hacía pasar por él. Celentano quedó acusado de extorsión y abuso sexual en carácter de partícipe necesario, entre otros delitos.