"Estados Unidos condena enérgicamente el brutal y sin sentido ataque terrorista al Campo Hurriya, en el que murieron o resultaron heridos residentes", aseguró John Kerry en un comunicado tras el atentado perpetrado contra opositores iraníes en el exilio en las afueras de Bagdad.
"Al margen de las circunstancias, sobre este punto somos terminantes: Estados Unidos mantiene su compromiso de ayudar al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en la reubicación de todos los residentes del Campo Hurriya hacia un lugar seguro y permanente fuera de Irak", remarcó.
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Este jueves al menos 15 misiles fueron disparados al también llamado "Campo Libertad", una antigua base militar estadounidense cerca del aeropuerto internacional de Bagdad, habitado por miembros de la organización iraní Mujaidines del Pueblo desde el año 2011, que permanecen exiliados desde la Revolución islámica de 1979.
A raíz del ataque, el Consejo Nacional de la Resistencia en Irán, con sede en París, informó la muerte de 23 personas y decenas de heridos, 22 de ellos de gravedad.
ACNUR también condenó duramente el hecho calificándolo como algo "deplorable". Según la entidad, actualmente el campo acoge a unos 2.200 refugiados.
Los mujaidines fundaron en 1965 su grupo con la intención de derrocar al Sha de Irán y luego al régimen islamista. Fueron expulsados en los años 1980, y se instalaron en Irak donde apoyaron a Sadam Husein en la guerra contra su propio país.
Sin embargo, el nuevo gobierno iraquí, de mayoría chiita, mostró un mayor acercamiento a Teherán, y considera la presencia de los refugiados mujaidines en su territorio como algo "molesto".