Con candidatos estancados en sus bases electorales, el electorado independiente se transformó en el botín a conseguir. Pero ¿qué es un "votante independiente"? ¿Un desinteresado de la política, una persona sin afiliación ideológica -¿o partidaria?- o simplemente alguien que, por el estallido del sistema político en 2001 y los vaivenes de los partidos en los últimos años han quedado "huérfanos"?
Para develar estas incógnitas, Infobae habló con Germán Lodola, doctor en Ciencia Política por la University of Pittsburgh y profesor de la Universidad Torcuato Di Tella. La primera observación que hizo el especialista fue "algo en tono más histórico": "en qué medida la gente se siente vinculada o tiene filiación partidaria con alguna fuerza política". "Tradicionalmente Argentina ha sido un país, comparado con los países de la región, de un alto nivel de filiación partidaria, probablemente similar al caso uruguayo o el caso chileno. Y eso -fue un fenómenos globlal- fue decreciendo en los últimos años", explicó Lodola.
De acuerdo con encuestas recientes, solamente 3 de 10 argentinos dicen que se sienten vinculados a una fuerza o partido político. "Si tomamos ese dato, tendríamos que una de cada 10 argentinos no tienen filiación partidaria. Ahora, difícil es pensar que esas 7 de cada 10 personas sean independientes. No tener filiación partidaria no necesariamente significa que esas personas no estén vinculadas de alguna manera, por otros factores, a fuerzas políticas", añade.
"Si bien es cierto que en Argentina hoy hay un rango de personas amplio que puede no tener decidido su voto, que puede ser más ajeno a las cuestiones políticas, eso no quiere decir que esta gente no tenga ninguna afinidad política", dice Lodola, y agrega que "hay un segmento que no está vinculado por cuestiones dogmáticas ni de preferencia por políticas públicas a un partido político" y sin embargo, esos huérfanos de la política -como diría el sociólogo Juan Carlos Torre- "tampoco son demasiados".
En su opinión, los independientes "son un segmento del electorado no peronista", pues "el electorado peronista está más vinculado a esa fuerza política que el electorado no peronista", algo que se explica por "la desestructuración de los partidos políticos".
Indenpendencia no es sinónimo de desinterés. Tras advertir que "el electorado políticamente sofisticado es bajo en todas partes del mundo -en las democracias desarrolladas y en las vías de desarrollo es mayor el porcentaje que dice estar desinteresado de la política que el que dice estar interesado-, sostuvo que "en Argentina tradicionalmente la política se ha vivido con intensidad; comparado con países como Brasil, claramente apolítico, yo no diría que Argentina lo es".
Es decir, si bien hay un sector de la población que no necesariamente se instruye diariamente en noticias políticas y hechos políticos, el independiente no necesariamente es un desinteresado de la política. "Puede ser alguien que estuvo vinculado a una fuerza política pero que por el devenir, sobre todo a partir de 2001, en Argentina eso ha mermado bastante".
Un dato interesante de esos tres de cada diez que dicen tener filiación política, cuenta el especialista, es que "la gran mayoría se identifica con el Frente para la Victoria". "El FpV ha logrado revitalizar el interés por la política y eso se manifiesta entre sus adherentes. Yo podría aventurar que los desinteresados de la política no es céteris páribus. Hay ciertas fuerzas políticas que tienen dentro de sus votantes mayor interés que otras, y creo que el FpV representa un poco eso".
Con la modificación de la ley electoral, casi un millón de jóvenes de entre 16 y 18 quedaron en condiciones de votar, optativamente. Para Lodola, el voto obligatorio genera "una gimnasia cívica" importante a la hora de explicar si los jóvenes se movilizan o no: "Los mismos chicos en Colombia tienen menos propulsión a votar voluntariamente que en Argentina". Además, si bien las características sociológicas, las bases sociales, de los partidos políticos no es muy fácil definirlas, entre los jóvenes "hay mayor tendencia a votar, y están más vinculadas al FpV, en menor medida al PRO, y en menor medida al radicalismo".
Las PASO tuvieron un relativamente bajo nivel de participación electoral, con unos 5 o 6 puntos menos que el promedio de las presidenciales desde 1983 hasta acá. Consultado sobre la posibilidad de que sea allí, entre los que se abstuvieron, donde están "los independientes", para el especialistas "eso está explicado por otros factores de naturaleza coyuntural: inundaciones, fin de semana largo, y que son las PASO, dado que no se definen autoridades sino candidatos". Por eso, ese 5 o 6%, "no hace diferencias significativas, se distribuyen en forma pareja" entre los candidatos