Un recluso dio la insólita alerta, que no sorprendió a las autoridades penitenciarias de la cárcel de Paraná. Desconcertado, el detenido avisó a los guardias que su compañero de celda se había tragado una bombilla mientras tomaban mate y charlaban.
El incidente lo sufrió un preso de 19 años, acusado por el delito de robo y tentativa de homicidio. Según relató el testigo, el joven tomó la bombilla, se le partió y se la tragó. Rubén Gómez, director de la cárcel, relató a El Diario de Entre Ríos que "su compañero lo miraba incrédulo".
El detenido fue trasladado a la unidad de atención médica de la cárcel pero, ante su grave situación, debió ser derivado al Hospital San Martín. Allí se le realizó una placa en la que se puede detectar claramente la bombilla dentro de su cuerpo. El objeto fue extraído del interior del recluso y evoluciona favorablemente.
Las autoridades del penal todavía no encuentran explicaciones a lo sucedido, aunque su director aclaró que "este tipo de episodios son bastante comunes entre los internos". De hecho, agregó que hace pocos meses hubo un caso similar y, en otra oportunidad, un interno se tragó una pila.
Finalmente, Rubén Gómez anticipó que "se indagará hasta determinar por qué tomó esa determinación y, en última instancia, se le podría imponer una sanción disciplinaria porque no se puede permitir que un interno atente contra su propia vida". El detenido regresará al penal en los próximos días.