Los grandes jugadores se ven en los momentos donde el peso de la camiseta de multiplica exponencialmente. Por si había alguna duda,
volvió a ratificar su mote de crack en el partido que trasladó a
hasta la Final. Con una cantidad excesiva de minutos en el lomo y ante un trámite friccionado, el
brilló para guiar en el
en la
de la
.
Los de Guillermo quisieron jugar un duelo definitorio con más fuerza que astucia y allí dejaron la puerta abierta para que los de Arruabarrena utilicen sus herramientas para sacárselos de encima con simpleza. Boca movió la pelota de lado a lado, con tranquilidad y bajo la tutela del capitán, quien mostró su carácter en medio del penal que Diego Braghieri le hizo a César Meli y Nicolás Lodeiro cambió.
Desesperado, el Granate careció de ideas y planes de auxilio: no incomodó en ningún momento a su rival. Para colmo, el ex Juventus se metió a las espaldas de Gustavo Gómez, le ganó el choque de guapeza, se llevó la pelota y definió de caño ante la salida de Matías Ibáñez para poner las cifras definitivas del partido, a modo muy tempranero.
Frente a esa carencia, comenzaron los golpes típicos de un equipo desesperanzado: Gustavo Gómez vio la roja tras una criminal patada al iApache/i y Matías Fritzler por una tonta acción sobre Gino Peruzzi.
Mientras duda en el torneo local, Boca demuestra entereza en la Copa Argentina. Es un justo finalista, a la espera de Rosario Central que eliminó a Racing.
: Saúl Laverni