Muchas personas en el mundo necesitan una medicina esencial para el corazón y no la tienen, incluso en los países con altos ingresos económicos, según reveló un nuevo estudio al que accedió en exclusiva Infobae y que fue publicado en exlusiva por la revista médica The Lancet. Desde esa perspectiva, plantea una nueva forma de encarar los tratamientos.
En los países de bajos y medianos ingresos los medicamentos no están ampliamente disponibles y, cuando lo están, a menudo son inaccesibles. Sin embargo, en los países más ricos, aunque estos medicamentos están al alcance, entre un 35% y un 50% de los pacientes que tienen enfermedades del corazón no los reciben.
El equipo de investigación para el estudio fue dirigido por el doctor Salim Yusuf y el doctor Rasha Khatib del Instituto de Investigación de Salud de la Población (PHRI por sus siglas en inglés) de la Universidad de McMaster y Ciencias de la Salud de Hamilton.
Su estudio PURE analizó los datos de 18 países para evaluar el bajo uso de medicamentos para el corazón en relación con la carencia de disponibilidad o accesibilidad.
Los autores aseguraron que es necesario un cambio radical en la forma que tales medicamentos se proporcionan y cómo la atención preventiva se organiza en los sistemas de atención de salud. Por ejemplo, la provisión de versiones genéricas de medicamentos en forma gratuita en los países en desarrollo y el acompañamiento de trabajadores de la salud no médicos en todos los países en que se necesitan mejorar las tasas del uso de estos medicamentos, incluso en los países más ricos.
La Organización Mundial de la Salud está tratando de garantizar los medicamentos para evitar la recurrencia de ataques cardíacos y cerebrales
En el listado, incluyen: aspirina, beta bloqueadores, inhibidores de la enzima de conversión y estatinas estén disponible en el 80% de las comunidades del mundo y sean utilizados por el 50% de las personas elegibles para el año 2025.
En diálogo con Infobae, el médico cardiólogo Rafael Díaz, director de ECLA (Estudios Clínicos Latinoamérica) y director del Departamento de Cardiología del Instituto Cardiovascular de Rosario explicó: "Es sin duda necesario un cambio radical en la forma en que estos medicamentos son proporcionados y cómo deberá ser la atención en centros primarios del sistema de salud, con provisión gratuita de medicaciones genéricas y con un cambio de efectores del sistema trabajadores o agentes sanitarios supervisados por médicos. Esto ya ha sido probado exitosamente en otras condiciones crónicas como el Sida".
El estudio en números
El equipo además analizó la información sobre la disponibilidad y los costos de los medicamentos para las enfermedades cardiovasculares de más de 596 farmacias en las comunidades que participaron en el estudio PURE, que abarcó el período 2003-2013.
Los medicamentos fueron considerados disponibles si estaban presentes y accesibles en la farmacia al momento de la inspección y si su costo combinado fuera menos del 20% de los ingresos de cada hogar.
Los cuatro tipos de medicamentos estuvieron disponibles en el 95% de las zonas urbanas y el 90% de las zonas rurales de las comunidades estudiadas en los países de altos ingresos; disminuyendo a 80% de las zonas urbanas y 73% a rurales en los países de ingresos medio-alto y 62% en zonas urbanas y 37% en comunidades rurales en los países de ingresos medio-bajo. Por último, sólo el 25% de las zonas urbanas y el 3% de las comunidades rurales en los países de bajos ingresos (excluyendo la India), y el 89% de las zonas urbanas y el 81% de las comunidades rurales de la India. "Como referencia, Argentina pertenece al grupo mediano alto", agregó Díaz.
Los cuatro medicamentos están potencialmente fuera del alcance de compra de menos del 1% de los hogares en los países de altos ingresos, 25% de los hogares de países de ingreso mediano alto, 33% en países de ingresos medianos bajos, el 60% de los hogares en países de bajos ingresos (excluyendo India) y el 59% de los hogares en la India.
Yusuf dijo: "A menos que los gobiernos de la mayoría de los países, sobre todo países con bajos y medianos ingresos comiencen iniciativas para hacer que estos medicamentos esenciales para el corazón estén disponibles y los provean gratis, el uso de estas drogas nunca va a ser óptimo. En los países ricos, la clave es diferente, necesitamos sistemas de salud en el que se organicen los enfoques de la prevención secundaria, tal vez a cargo de los no médicos, como enfermeras u otros trabajadores de la salud, para mejorar la adherencia".
En un comentario sobre el estudio en la misma edición de la revista The Lancet, dos economistas de la salud para la Liverpool School of Tropical Medicine, en el Reino Unido, sugieren que es necesario crear mecanismos como un fondo mundial para los medicamentos esenciales contra las enfermedades no transmisibles para ayudar a resolver estos problemas, y apuntar con éxito a las grandes masas, con producciones como medicamentos antirretrovirales para el VIH y las enfermedades tropicales desatendidas.
Louis W. Niessen y Jahangir Khan concluyeron: "El acceso universal a los medicamentos será acelerado mediante una mayor financiación de la salud y una mayor disponibilidad de bajo costo entre las personas con bajos ingresos".