El primer tiempo fue apasionante. Dinámico, entretenido, no apto para cardíacos. Ambos equipos salieron decididos a buscar el triunfo por diferentes razones. El dueño de casa para aguarle la fiesta a su adversario y seguir con chances de clasificar directamente a la Copa Libertadores; la visita para obtener las tres unidades que le dieron un nuevo título para sus vitrinas. Aunque fue claramente superior la iAcademia/i.
La primera aproximación de peso tuvo a Nicolás Lodeiro con el arco a su merced a los 4', pero Sebastián Saja salvó su valla con una tapada monumental. En la jugada siguiente, cuando iban apenas 5', una escalada fantástica de Iván Pillud encontró la cabeza de Marcos Acuña, quien le cambió la dirección al balón para abrir la cuenta. Con el correr de los minutos, los dirigidos por Diego Cocca justificarían la ventaja en el marcador.
Pero cuando un equipo cuenta con jerarquía de sobra, se recomienda no perder la atención. Así fue como Carlos Tevez abrió la defensa con una asistencia de taco a Cristian Erbes, quien se mandó al área y envió un centro que Jonathan Calleri mandó al fondo de la red cuando se disputaban 24' de la etapa inicial. Pero lejos de afianzarse en el terreno de juego, los comandados por el Vasco Arruabarrena sufrieron para monopolizar la tenencia.
A pura fortaleza mental y física, el local se repuso de la igualdad impensada y creó situaciones de riesgo para volver a adelantarse, algo que conseguiría con una situación polémica a los 33': Patricio Loustau juzgó mano de Cata Díaz -fue expulsado- tras un disparo de Oscar Romero, lo que derivó en el remate de Gustavo Bou con clase a un ángulo. Antes lo había tenido Luciano Lollo con un frentazo al travesaño, mientras que después pudo liquidar las acciones Gastón Díaz con un fierrazo potente que salió cerca.
El segundo capítulo se desarrolló con otra velocidad, básicamente porque el conjunto local prefirió ser más pensante con el resultado a su favor y al visitante le costó horrores sobrellevar la desventaja numérica. Mermaron considerablemente las situaciones de riesgo de uno y otro lado, pero nunca estuvo en discusión la victoria del conjunto de Avellaneda: Tevez ni nadie tomó la lanza del otro lado para revertir la historia.
Las modificaciones implementaban por Arruabarrena no surtieron efecto y si bien reemplazó al amonestado Pablo Pérez para no quedarse con otro hombre menos, finalmente Cristian Erbes perdió la cabeza y pegó de más. Entonces, el juez no tuvo otro remedio que mostrarle el camino de las duchas a los 31' de la parte final.
En buena sintonía futbolística pero con la incertidumbre de no asegurar el triunfo, ése momento tan esperado arribó a los 42', luego de otra pena máxima sancionada correctamente por la autoridad del juego. Esta vez, Bou le dio la oportunidad a Saja, quien le rompió el arco a su ex compañero Agustín Orion.
Al final de cuentas, Racing ganó con argumentos, se dio una panzada ante su gente y arruinó los planes del iXeneize/i, que llegaba con intenciones de sellar el lauro doméstico. Así, los de Cocca llegaron a la línea de 53 unidades, quedaron a tres del segundo lugar y sueñan con el pasaje directo al certamen continental de mayor prestigio, mientras esperan la Semifinal de la Copa Argentina del viernes ante Rosario Central.
En tanto, Boca se marchó lleno de dudas por no estar a la altura de las expectativas en un partido determinante para sus aspiraciones y como mínimo deberá esperar dos semanas para saldar su deuda, ya que el fin de semana que viene no habrá actividad por la celebración de las elecciones presidenciales. Después recibirá a Tigre, con la premisa de vencer para festejar frente a su gente.
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