En lugar de colocar las típicas calabazas de Halloween, la estadounidense Vicky Barrett decidió exponer maniquíes empalados, desollados y crucificados justo en su jardín frente a la calle que muchos niños utilizan para ir a la escuela.
La exhibición de distintas formas de tortura para recibir la Noche del 31 de octubre es tan brutal que varios vecinos se unieron para pedir a las autoridades locales que hagan algo al respecto, informó el portal británico Unilad.
"Son tan realistas que tienes que asegurarte que no sean cadáveres de verdad", explicó una habitante de esa ciudad estadounidense.
No obstante las quejas, Barrett asegura que no ha recibido queja alguna de sus vecinos amigos, pero que sí considera que sería bueno bajar el nivel de detalle de sus creaciones.
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