En junio de este año, todavía privado de su libertad, Brian Oscar Núñez Valenzuela pudo asistir al Tribunal Oral Federal Nº1 de San Martín para ver cómo los efectivos del Servicio Penitenciario Federal que lo habían torturado brutalmente en el penal de Marcos Paz cuatro años antes eran sentenciados a penas de entre 8 y 9 años de prisión. Fue un fallo inédito, la primera vez que efectivos del SPF iban a la cárcel por atormentar presos.
Núñez tuvo apoyo. Al juicio asistieron organismos como el CELS, de diversos padres de víctimas de la violencia institucional, de diputados nacionales y concejales. El centro Fernando Ulloa -dependiente del Ministerio de Justicia y que acompaña a víctimas de violaciones de derechos humanos- estuvo junto al joven en el proceso; la Procuración Penitenciaria actuó como querellante y Núñez tuvo un abogado público. Recuperó la libertad el mes pasado: Casación, a pedido de su defensa, atenuó su pena y le otorgó la libertad condicional. Asistió poco después de salir al centro Ulloa, para una entrevista de admisión con vistas a comenzar un tratamiento psicológico.
A pesar de todo este marco, el joven está preso otra vez en la Unidad Nº28 de la alcaidía de Tribunales, confirmaron fuentes policiales a Infobae: el sábado pasado, fue detenido en Palermo por robarle la cartera a una chica con una réplica de pistola, golpeándola en el proceso, una causa por tentativa de robo y lesiones en el que actuó la Comisaría Nº25 y en el que interviene el Juzgado de Instrucción Nº25 a cargo del doctor Diego Javier Slupski. Que recupere su libertad en un corto plazo no parece probable, dada la aparente violación de su libertad condicional.
No es el primer roce de Núñez con la Policía en el período tras recuperar su libertad. Ya había denunciado a otra comisaría a fines de septiembre por "apremios ilegales" tras haber sido detenido, supuestamente por haber eludido una voz de alto, ocasión en la cual se le halló droga, afirman voces policiales. Sin embargo, la detención fue breve y no se elevaron cargos en su contra.
El de Núñez fue un caso emblemático. El 16 de junio de 2011, determinó la Justicia, el joven, en ese entonces de 20 años y preso en Marcos Paz por robo agravado, había recibido permiso para ver el partido de la selección argentina contra Uruguay en el marco de los cuartos de final de la Copa América junto a varios compañeros en la cárcel. Sin embargo, los penitenciarios a cargo cambiaron de opinión. Por quejarse, Núñez fue sometido a torturas.
Un informe de la Procuración Penitenciaria de la Nación citado por el portal Infojus detalló un tormento abominable: Brian, según el texto, "sufrió diversas torturas físicas consistentes en golpes de puño, bastonazos, puntapiés y pisadas en todo el cuerpo –particularmente en los tobillos y pies-, mientras era sujetado en posiciones forzadas mediante la utilización de 3 esposas distintas. Los torturadores también intentaron introducirle un bastón en la zona anal, y fue quemado en sus pies con cigarrillos y con un encendedor". El mismo informe detalló fracturas y el arrastre de su cuerpo desnudo a lo largo de 200 metros, junto a duchas heladas en pleno invierno.
¿Este un caso de reincidencia o de ensañamiento policial? Por lo pronto, la vuelta de Núñez a una celda ya genera un debate en Tribunales. El abogado penalista Gabriel Iezzi considera que Casación benefició a Núñez "de manera subjetiva y sin base criminológica cierta". Iezzi opina: "El dictado de su libertad fue cuanto menos prematuro, sin analizar su conducta reflejada en su historial penal, delitos graves por los cuales fue condenado, con violencia en ellos, refractario al tratamiento carcelario entre otros factores, sumado a la falta de control post-libertad. Esperemos este caso siente un antecedente importante en materia excarcelatoria y previo a la misma, se analicen las distintas situaciones que deben así hacerlo y el control posterior para con los liberados".
Recientemente, Núñez dio una entrevista, donde relató las secuelas que sufre hasta hoy por los tormentos que recibió. "Todavía tengo que recuperar la masa muscular, tengo que usar zapatillas con un formato especial y ponerles dos plantillas porque cuando camino siento dónde tengo los huesos quebrados", dijo el joven a Voces en Libertad, el programa de la Procuración Penitenciaria de la Nación.