Había llegado el momento de la verdad. Sin su capitán y mejor jugador del mundo, Lionel Messi, la Selección argentina debutaba en las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018 frente a Ecuador en un Monumental semi-lleno. Y el trámite no comenzó nada favorable, ya que los de Gerardo Martino acusaron inmediatamente la ausencia de su líder.
Si bien apenas al minuto de juego el combinado local avisó con una aproximación de Ángel Di María (quien se corrió a ocupar el lugar de Lio por la derecha, mientras Correa lo hacía por el sector izquierdo), luego el débil fondo ialbiceleste /iflaqueó una y otra vez, poniendo en riesgo constantemente a los del Tata. Fueron Facundo Roncaglia y Emmanuel Mas los puntos más flojos de una defensa que era superada cada vez que el Tri se lo proponía y se salva únicamente por la falta de eficacia del conjunto visitante.
Hasta que un duro revés sufrió apenas cumplido el cuarto hora –aunque afortunadamente no se trató de ver su valla caer-. Es que el goleador argentino, Sergio Agüero, se resintió de la molestia en el posterior izquierdo que lo hizo entrenar diferenciado durante la semana y debió abandonar la cancha luego de disputar un intrascendente balón con Achilier, dándole lugar al ingreso del ovacionado –y relegado- Carlos Tevez.
Pero nada cambió con iCarlitos /iya en cancha, debido a que Argentina continuó sin encontrar el rumbo en ataque (algunas leves intervenciones de Correa y Di María sólo generaban algún que otro sobresalto) y la defensa siguió tan desacoplada como en el inicio. Así fue que los del iTata /ise fueron al descanso con un preocupante 0-0.
Ya en el complemento parecía que las cosas podían comenzar a cambiar. No tanto por méritos propios, sino más que nada por el desgaste rival. Es que el iTri/i pareció empezar a acusar el cansancio y fue entonces que Argentina empezó a intentar más de arremetida que con juego. Con el Apache queriendo hacerse eje del ataque, pero sin encontrar claridad ni un socio que le facilitara las cosas, la subcampeona del mundo intentaba evitar el papelón y conseguir el tanto que al menos le permitiera maquillar el paupérrimo debut.
El martes, en el Defensores del Chaco y ante la Selección paraguaya de Ramón Díaz, será el día en que se busque una pronta revancha que permita dejar atrás lo más rápido posible la frustración del arranque.
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