Un informe de la Universidad de Cuyo advierte sobre los niveles de contaminación en San Juan

La fuga de solución cianurada se produjo en la mina Veladero, en San Juan. NA 162

Mientras la Justicia investiga las consecuencias del derrame de cianuro que afectó a la mina Veladero, en San Juan, explotada por a href="URL_AGRUPADOR_162/barrick-gold-a3191" rel="noopener noreferrer" Barrick Gold/a, el Instituto de Medio Ambiente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Cuyo difundió un estudio realizado a pedido de la Municipalidad de Jáchal sobre muestras tomadas el 14 de septiembre pasado en diversos puntos de la provincia y que reveló alarmantes niveles en los análisis bacteriológicos.

De acuerdo con los estudios, en las muestras obtenidas en el puente de Angualasto y en el Chinguillo se registró un nivel de bacterias coliformes totales de 12,0 y 23,0 NMP/100 ml respectivamente, cuando de acuerdo con el Código Alimentario Argentino el máximo debería ser igual o menor a 3. Además, también se detectó Eschericia coli y sobre todo el grupo Citrobacter-Enterobacter-Kiebsiella que producen infecciones importantes, sobre todo meningitis. Para los asambleístas, los resultados estarían indicando que además del derrame de cianuro, la empresa está vertiendo residuos cloacales al río y poniendo en peligro la salud aguas abajo.

Además, en Mogna, a 50 kilómetros de San José de Jáchal, en el camino hacia la ciudad de San Juan, se encontraron metales en el agua que hacen que ese líquido ya no sea apto para el consumo de los habitantes del lugar. De acuerdo con el informe, el agua allí tiene boro (6 mg/l, cuando el límite máximo aceptado es de 0,5 mg/l), cloruros (740 mg/l con un máximo de 400 mg/l), sulfatos (540 mg/l, sobre un límite máximo aceptado de 350 mg/l) y arsénico (0,069 mg/l, límite máximo aceptado: 0,010 mg/l).

Para los asambleístas, la situación de Mogna es "un caso testigo" de la acumulación contaminante de la actividad minera a gran escala como la que se produce en Veladero.

Saúl Zeballos y Domingo Jofré, referentes de la Asamblea de Jáchal, recordaron que en 2007 se dispuso de la provisión de agua potable en Jáchal a través de un acueducto para no tomar agua del río principal de la región, puesto que en ese momento se detectó, a dos años del inicio de la explotación minera, contenido de arsénico tanto como ahora se verifica en el agua de Mogna.