Los ingenieros, que trabajan en el desarrollo de motores en la casa matriz de la compañía germana en Wolfsburgo (norte de Alemania), explicaron que en esos momentos (2008) el motor EA189, que estaban desarrollando desde 2005, estaba a punto de empezar a ser producido en serie, según el medio.
Al no encontrar una fórmula que les permitiera cumplir tanto con los límites de emisiones como así también con el marco de costos recurrieron al software, para evitar que un proyecto que era de gran importancia para la compañía tuviera que ser paralizado.
El motor empezó a producirse en serie y no sólo para el mercado estadounidense, sino para todo el mercado mundial.
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Según el periódico, hasta ahora las investigaciones no han arrojado ningún indicio de que el ex presidente de Volkswagen Martin Winterkorn -que tuvo que dimitir por el escándalo- estuviera al tanto de las manipulaciones.
En cambio, el mencionado diario alemán asegura que uno de los más estrechos colaboradores de Winterkorn, Ulrich Hackenberg, está en la mira de la investigación interna y se sospecha que no sólo estuvo al tanto de la manipulación, sino que dio la orden para que ésta se realizara.
La manipulación de los datos de emisiones en los motores diesel de Volkswagen ha desatado un escándalo, que puede costarle a la automotriz germana multas por miles de millones de euros.
Denuncian muertes en EEUU
El sistema de control de contaminantes de los motores de Volkswagen no ha sido una simple trampa sin víctimas, sino que mató entre cinco y 20 personas en Estados Unidos anualmente en los últimos años, de acuerdo con un análisis estadístico y computarizado de la agencia de noticias The Associated Press.
El software que la empresa admitió que se utilizó para burlar los límites de emisiones impuestos por el Gobierno permitió que los motores produjeran suficiente contaminación para causar entre 16 y 94 muertes durante siete años, y el conteo anual creció recientemente conforme más motores diesel salían a circulación. El costo total superó los 100 millones de dólares.
Y eso sólo en Estados Unidos, ya que probablemente fue mucho más letal y costoso en Europa donde Volkswagen vende más vehículos diesel, dijeron los ingenieros. Científicos y expertos apuntaron que la cifra de muertes en Europa podría ser tan alta como centenares de personas cada año, aunque advirtieron que es difícil trasladar los modelos informáticos de salud y calidad de aire estadounidenses a las ciudades europeas, que tienen más densidad de población.
"Estadísticamente no podemos apuntar quién murió debido a esta política, pero algunos han muerto o probablemente murieron como resultado de ella", afirmó el profesor de ingeniería ambiental de Carnegie Mellon, Peter Adams, quien calcula lo perjudicial del aire contaminado mediante un modelo sofisticado de computadora que él y The Associated Press utilizaron en su análisis.
El software alterado permitió a los vehículos diesel de Volkswagen emitir entre 10 y 40 veces más óxidos de nitrógeno que los permitidos por las leyes, haciendo de esto "una clara preocupación por la calidad del aire y la salud pública", opinó Janet McCabe, jefa interina de calidad de aire de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA por siglas en inglés).
Los óxidos de nitrógeno forman smog -ese aire oscuro y sucio que complica la vista y en algunas personas la respiración-, pero también agravan un problema mayor y mortífero: pequeñas partículas de hollín. Numerosos estudios médicos muestran que esas partículas diminutas provocan alrededor de 50.000 muertes al año en Estados Unidos, la mayoría por problemas del corazón.
Los óxidos de nitrógeno
por lo que la contaminación en Pittsburgh se puede sentir en la costa este de Estados Unidos, aseguró Adams.