Un informe del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW por sus siglas en inglés), publicado este sábado y firmado por Genevieve Casagrande, advirtió: "El Ministerio de Defensa ruso informó el 3 de octubre que sus aviones Su-34s realizaron ataques aéreos contra un 'centro de mando' del Estado Islámico, cerca de la ciudad de Raqqa, en el norte de Siria.
Sin embargo, reportes en territorio sirio no respaldaron esa versión informada desde Moscú. "De hecho, activistas lanzaron comparaciones de las imágenes del bombardeo, que revela que el ataque fue dirigido contra Al Latamneh, una ciudad controlada por los rebeldes en la provincia de Hama, oeste de Siria", explicó la denuncia.
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Por último, la agencia de noticias estatal siria iSANA/i dio a conocer un video del mismo ataque aéreo pero señaló que era en la ciudad de Jisr al-Shughour, noroeste de Siria.
Sólo el 5%
Por su parte, el gobierno británico señaló que sólo el 5% de los bombardeos rusos apuntaron contra el Estado Islámico y que la mayoría de los operativos "mataron a civiles".
El ministro de Defensa, Michael Fallon, declaró al diario The Sun que los servicios de inteligencia de Reino Unido "analizan todas las mañanas dónde se producen los ataques y hay elementos que indican que arrojan municiones no guiadas en sectores frecuentados por civiles y contra las fuerzas del Ejército Sirio Libre, que combate contra Al Assad".
Fallon consideró que la intervención rusa en Siria complicó más la situación y que el Kremlin "apoya a Assad y perpetúa los sufrimientos".