A través de denuncias de los vecinos y por volantes donde se promovía la oferta de sexo, la Agencia Gubernamental de Control (AGC) clausuró un local de la avenida San Pedrito al 500 que, habiendo sido clausurado anteriormente, seguía funcionando como prostíbulo.
Allí fueron encontradas 11 mujeres (6 extranjeras, una de ellas con situación migratoria irregular, y 5 argentinas), ejerciendo la prostitución. Anteriormente éstas habían trabajado en dos prostíbulos de la calle Quirno, clausurados también por la AGC y ya fuera de servicio.
El operativo se realizó conjuntamente con la Policía Metropolitana y funcionarios de la Dirección Nacional de Migraciones. Se constató que el lugar presentaba graves fallas de seguridad e higiene: cables expuestos, el único matafuegos estaba descargado, entre otras cosas.
A raíz de estas irregularidades el lugar fue clausurado por segunda vez, y denunciado ante la Comisaría y la Fiscalía de la Ciudad para ser investigada la posible trata de personas: "La Agencia Gubernamental de Control clausuró en los últimos 3 años más de 150 prostíbulos en la Ciudad de Buenos Aires, y los barrios en los cuales fueron recibidas más denuncias fueron los de Flores, Retiro, Constitución, Palermo, Recoleta y Once", explicó el organismo en un comunicado.
Y agregaron: "El número de clausuras es decreciente desde el 2013, ya que en muchos casos, la actividad migró hacia los departamentos privados ubicados en edificios".