La mayor parte de los cadáveres de iraníes fallecidos en la estampida del jueves en La Meca, que se cobró cerca de 800 personas, volverán el martes a Teherán, anunciaron este lunes los servicios del presidente Hassan Rouhani, que decidió acortar su estancia en Nueva York.
Unos 130 cuerpos de los 169 iraníes muertos en el drama, según un nuevo balance provisional publicado este lunes, serán repatriados a Teherán, donde habrá una ceremonia en presencia del presidente Rouhani.
Además, 46 iraníes resultaron heridos y 298 seguían desaparecidos este lunes, según el comité de organización del hach en Irán.
El presidente Rouhani, que criticó la falta de cooperación de Arabia Saudita tras el drama, viajó a Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU.
Horas después de la estampida en Mina, cerca de La Meca, las más altas autoridades de Irán, uno de los países más castigados por el drama, acusaron al reino saudí de ser responsable de lo ocurrido.
Incluso, el guía supremo iraní, Ali Khamenei, exigió el domingo que Arabia Saudita presente sus "disculpas" a toda la comunidad musulmana.
Teherán ha pedido en vano que se los asocie con la investigación sobre el accidente, que costó la vida a 769 peregrinos, según Arabia Saudita. Irán sostiene, en cambio, que murieron al menos 2.000 personas.