luego de que su madre sufriera gravísimas heridas tras un ataque aéreo en esa misma ciudad. Trasladada de inmediato al centro de salud, dio a luz mediante una cesárea a su hija, quien presentaba restos del ataque que había sufrido
, tal como se identificó a la mujer.
Al sacarla del vientre de su madre, los médicos vieron que la recién nacida presentaba una herida en la cabeza: tenía una metralla que debió ser sustraida quirúrgicamente. Los médicos del Consejo Médico de la Ciudad de Alepo se sorprendieron ante este hecho y decidieron realizar una grabación que ilustra lo que padece la población siria que se desangra en una guerra civil interminable.
En un principio los profesionales de la salud creyeron que la recién nacida no sobreviría, pero al sustraer el resto de munición alojado en su cabeza, comenzó a mostrar signos vitales. La hazaña médica había concluido y decidieron compartir el "milagro" en la página oficial del centro en Facebook.
Los médicos sugirieron que bautizaran a la bebé con el nombre de "Amel", que en árabe significa "Esperanza", reveló el doctor Mohammed Tabbaa. "Esa es la situación. Espero que ella tenga un mejor futuro", manifestó el miembro de la Asociación Médica de Expatriados de Siria. Amira y su bebé se reencontraron el pasado miércoles 23 de septiembre.
El ataque se produjo el pasado 18 de septiembre en Alepo, una de las ciudades que más padecen los ataques aéreos del régimen de Bashar Al-Assad. Los otros tres hijos de Amira también fueron alcanzados por el fuego estatal.